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Series de televisiónCuando un productor quiere utilizar una canción existente para un programa de televisión, serie semanal, miniserie especial o tv-movie, debe asegurase la autorización del editor de la canción. El productor debe decidir como se utilizará la canción ( de fondo vocal o instrumental, interpretada por un personaje, en los créditos de obertura o cierre) y el sistema de emisión ( en abierto, por cable, etc.)El productor o representante autorizado se pondrá en contacto con el editor para comunicarle como se utilizará el tema, solicitando un periodo especifico de tiempo de uso de la canción en el programa ( normalmente de tres años a toda la vigencia del copyright), definiendo el ámbito geográfico de emisión del programa ( normalmente mundial, pero puede ser limitado a países concretos). Finalmente se negocia y firma una licencia de sincronización. Dado que la reproducción en video doméstico es un capitulo muy importante en las ganancias generadas por los programas televisivos, la negociación también abarcará el uso doméstico. Considerando que algunos programas( normalmente, miniseries y películas realizadas expresamente para televisión) también son lanzados en formato video en el extranjero, el productor puede también pedir parte de los derechos generados por esta partida adicional que va más allá de la emisión en televisión. Y teniendo en cuenta que muchos programas televisivos son reemitidos en otras emisoras, el productor puede solicitar precios para un abanico de opciones diferentes. Las licencias de sincronización oscilan normalmente entre 900 y 1.500 para un periodo de cinco años ( ámbito mundial) para el uso de una canción en una serie y entre 6.000 y 10.000 dólares por el periodo de vigencia del copyright y todo tipo de licencias televisivas. En la mayoría de países, las salas de exhibición están obligadas a pagar royalties por la música reproducida en las películas exhibidas. Estas cuotas son recaudadas por las organizaciones gestoras locales, que a su vez distribuyen los royalties a los compositores y editores de la música reproducida en dichos filme. Debido a la gran distribución de las películas más taquilleras, no es extraño que dichas películas generen entre 50.000 y 200.000 dólares en concepto de derechos de exhibición en sus salas de cine.
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Atiza-2001