Él es el filósofo, el auténtico ideólogo del Detroit Techno. Desde los lejanos tiempos del instituto Belleville, donde coincidió con los otros dos grandes monstruos del género (Juan Atkins y Kevin Saunderson), Derrick May desarrolló un amor apasionado por los sonidos de Kraftwerk, Yello y demás technócratas europeos.
Su producción discográfica (editada con los nombres de Mayday, R-Tyme o Rhythim Is Rhythim) se reduce a unos pocos, pero muy influyentes maxis, como "The Dance", "Nude Photo", "It Is What It Is" o el monumental "Strings Of Life", editados con su propio sello Transmat. Música espiritual, expansiva y mágica, que contrasta con sus energéticos y mixológicos sets como dj, labor que comenzó a desarrollar en el mítico club The Music Institute de su ciudad natal y que continúa ahora en los mejores clubs de Europa. "Innovator. Soundtrack For The Tenth Planet" (Network,91), recopilación de maxis.
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