Habeas Corpus |
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Justicia
01. No en mi nombre
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Habeas Corpus llevan ya 15 años y 8 discos de compromiso político y de investigación musical. Son una banda de Metal Político como algunos los han llamado, un Grupo de Riesgo como se llaman a sí mismos. Porque estos guerrilleros musicales antisistema suenan siempre distintos, siempre en evolución, pero siempre ejecutando música hiper vitaminada y ultra mineralizada, cañera y a toda pastilla. Y precisamente en este su último disco tocan aún más rápido, más duro que nunca, fusionando Hardcore, Punk, Trash y Rap-Metal. Habeas Corpus son un buen grupo que eleva la media de calidad del género. El sonido es bueno, definido por la guitarra afilada y acelerada de Chifly. El bajo, demoledor. Y la batería de doble bombo, contundente como una lluvia de ladrillos. M.A.R.S colabora con su gutural y agresiva voz. Mientras, los coros van desde lo melódico hasta lo infernal. El grupo parece querer alcanzar un personal “minimalismo” metal-hardcore consistente en eliminar todo adorno superfluo que no tenga nada que ver con el estilo. Y lo consiguen, pero afortunadamente sólo a medias, porque entre tanta dureza y agresividad siempre se encuentran matices ricos y variados. Herederos musicales e ideológicos del Rock Radical Vasco y grupos ácratas como La Pollla, sus letras hablan de la idea de justicia y sus alrededores sospechosos: la riqueza, el neoliberalismo, el poder, el control, la religión, las drogas, la violencia machista, la policía, la burguesía, los progres... y, por qué no, el amor. Las canciones son 13 trallazos enlazados unos con otros, ideales para una fiesta en la próxima kasa okupada. “No en mi nombre” es muy pegadiza, con un principio que suena mucho al “Smells like a teen spirit” de Nirvana. Una de las mejores es “La razón del poder”, de-mo-le-do-ra, haircore puro destroza-nucas, anque después se ralentiza y se vuelve algo autoparódica, como pensada para dar mucho miedo al personal. “Control y vigilancia” tiene un toque más rap. “Clase media” es simplemente una pasada: 45 segundos de hardcore brutal a lo “Nazi punks fuck off” de los Dead Kennedys. “Después del último adiós” es un rock urbano con momentos de bombo-ametralladora que suele ser muy bien recibido en directo, aunque no trata de la lucha sino del amor. “La religión es muerte” es una descarga de adrenalina... uuuooohhh!!! eeehhh!! ooohhh!!! Para los Habeas Corpus, "la única crítica válida y legítima que se puede hacer a su trabajo, sea positiva o no lo sea tanto" es la del público. No la mía. TEXTO - Jorge Rodríguez Burrel |