Y no vinieron un sábado. Lo hicieron un martes, pero fue más que suficiente. El Sr. Kip Berman, líder y cantante del grupo, con mirada meláncolica, más bien tímido, salió reivindicando a Belle and Sebastián y su álbum “if you’re feeling sinister” en su camiseta (hay quien dice que son como ellos pero con la distorsión de las guitarras), mientras que el otro guitarrista Cristoph Hocheim –repescado para la gira-, hacía lo propio con John Maus (muy conocido en Hawai, y al cual no se parecen en nada). Así las cosas, en una sala casi llena empezaron calculadamente a combinar temas de su nuevo EP con el ya conocido primer largo de hace aproximadamente un año.

Tanto el sonido como la ejecución fueron buenas, mejor que la respuesta del público, de entusiasmo moderado. En la primera parte del concierto ni tan sólo temas como “Young Adult Friction” (el cuarto tema que tocaron) despertaron fervor, sólo acogimiento, cosa extraña ante tal indiscutible muestra de talento.

Es cierto que la banda es joven y de momento, no se les ve especialmente comunicativos, sino algo retraídos. En todo caso, al margen de su hola, casi no dijeron nada en el concierto, y Berman soltó un “gracias por haber venido” y poca cosa más. Eso así, al tocar “Everything with you”, hizo la dedicatoria que hace siempre (igual que en el primavera Sound). “This is for all of you”. A ver si a la tercera que viene a Barcelona va la vencida y cambia la elaborada dedicatoria. Alguna crítica más para los tribuneros. El sonido si bien bueno, no permitía en algunos momentos captar matices, como el sonido de la guitarra de Berman, y la voz de Peggy Wang en el teclado, que quedaba algo tapada.

Al margen de estas minucias The Pains Of Being Pure at Heart demostraron el poder de sus canciones de base pop y con formas de beautiful noise, especialmente en la segunda parte del concierto, en donde, uno tras otro, empezaron a ejecutar temazos. Empezando por “Come Saturday”, un tema contundente, siguiendo con “Higher than the Stara” del nuevo sencillo, de corte más popero y menos ruidoso pero sin duda un hit pegadizo, siguiendo con “The Pains of Being Pure at Herat”, un himno con capacidad de vulneración emocional (“we are too pure, we will never die”), y en los bises, ahí con más entusiasmo del respetable, “Everything with You” –su clásico-, y por último “Gentle Sons”, tema este último que hasta los freakys bailaron y que para mi sonó más potente en directo que en estudio , y en que salvando las distancias, se ve más la influencia de My Bloody Valentine en la banda.

En resumen, un buen concierto de una de las bandas revelación del año, con un sonido bueno y ciertamente con margen de mejora por lo que respeta a la comunicación con el público. Pero bueno, si ya son muy buenos y tienen margen de mejora, que más pueden pedir.