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MAE KURTZ
21:00h. ENTRADA: 5 euros. y 10 euros (con disco)
Mae Kurtz empezó su carrera a temprana edad, tocando canciones con su acústica. Posteriormente, y gracias al ordenador como un instrumento más, pudo crear una banda y una orquesta en su propio cuarto, sin necesidad física de otros. En cambio, para el directo reclutó una legión de fieles e intercambiables músicos, conocidos como los Fakers. Telonera de Psychotica, Brijitte West y Crystal Thomas, acaba de publicar su debut, totalmente autogestionado, Drain. Mondo Sonoro, Popular1 o RockZone, son algunos de los medios que se ha hecho eco de su música. Tocará con Sean Jones, clarinetista.
La música de Mae Kurtz se encuentra en todos los seres humanos y, a la vez, en ninguna parte, en ningún exterior físico. Son las partes negras, sobredimensionadas por el arte- que las da un glamour que no poseen-, aquellas que Mae empuja al exterior, que obliga a representar en el espejo del oyente. Más aún si entre Mae y el público sólo se interpone una barrera: la de su guitarra acústica. Es la crudeza de unos Joy Division sin aditivos, de esa figura que podría ser parte de la carretera anónima de Nebraska. Mae Kurtz se suicida cada día, Mae Kurtz solo renace cuando canta sus canciones.
http://www.facebook.com/mae.kurtz
21:00h. ENTRADA: 5 euros. y 10 euros (con disco)
Mae Kurtz empezó su carrera a temprana edad, tocando canciones con su acústica. Posteriormente, y gracias al ordenador como un instrumento más, pudo crear una banda y una orquesta en su propio cuarto, sin necesidad física de otros. En cambio, para el directo reclutó una legión de fieles e intercambiables músicos, conocidos como los Fakers. Telonera de Psychotica, Brijitte West y Crystal Thomas, acaba de publicar su debut, totalmente autogestionado, Drain. Mondo Sonoro, Popular1 o RockZone, son algunos de los medios que se ha hecho eco de su música. Tocará con Sean Jones, clarinetista.
La música de Mae Kurtz se encuentra en todos los seres humanos y, a la vez, en ninguna parte, en ningún exterior físico. Son las partes negras, sobredimensionadas por el arte- que las da un glamour que no poseen-, aquellas que Mae empuja al exterior, que obliga a representar en el espejo del oyente. Más aún si entre Mae y el público sólo se interpone una barrera: la de su guitarra acústica. Es la crudeza de unos Joy Division sin aditivos, de esa figura que podría ser parte de la carretera anónima de Nebraska. Mae Kurtz se suicida cada día, Mae Kurtz solo renace cuando canta sus canciones.
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