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MALAS COMPAÑIAS (Tributo a Sabina) (Cançó d'autor)
22:30h.
El pasado 23 de tejero, antesala del domingo de rehabilitación, di con mis huesos en el subterráneo del Pub La Cueva. Un concierto de Malas Compañías, Tributo a Sabina, era el reclamo para unos jóvenes treintañeros y cuarentañeros, ávidos de escuchar unas canciones que seguramente marcaron el devenir de sus vidas. Desde que el espíritu de Sabina, pero con otro rostro, y sin su voz aguardentosa y cazallera, comenzó a entonar los primeros versos de “La canción de las noches perdidas”, un ambiente canalla y sentimental se apoderó de cada esquina del local, de cada corazón desprestigiado sin barra donde apoyarse, de cada whisky con arena lights del desierto que se bebía. Y así, como por ensalmo, las agrias paredes de los solitarios se hicieron cariñosas, cada cigarro se convirtió en la voz anónima del confesionario de nuestras necesidades.Cada cerveza era un pulso que le echábamos a los sinsabores de la noche, cada pareja que se besaba parecía flotar en el séptimo cielo de sus pecados… No los conozco ni noctámbula ni personalmente, si no recuerdo mal, sólo una vez compartimos escenario con el grupo de teatro donde yo actuaba… Fue un lujo para los sentidos, ojalá actúen pronto y hagan soñar de nuevo a toda esa gente ‘rara’ que prefiere escuchar esas letras con fondo y contenido de Sabina, antes que el típico y machacón estribillo que no dice nada, pero que suena y suena a diario. Por cierto, la niña de mis ojos, esquiva a mis latidos desde la primera cita, me la quise llevar a mi terreno escuchando canciones como ‘Así estoy yo sin ti’, ‘Contigo’… (Ya saben que a río revuelto ganancia de pescadores, aunque reconozco que a ese gremio nunca he pertenecido yo). Pero no pudo ser, quizá fue lo único descorazonador de la noche, no se puede pedir peras al olmo. Antonio Carreño (actor y escritor) Publicado en ‘La Voz de Almería’
http://www.myspace.com/malascompaniastributo
22:30h.
El pasado 23 de tejero, antesala del domingo de rehabilitación, di con mis huesos en el subterráneo del Pub La Cueva. Un concierto de Malas Compañías, Tributo a Sabina, era el reclamo para unos jóvenes treintañeros y cuarentañeros, ávidos de escuchar unas canciones que seguramente marcaron el devenir de sus vidas. Desde que el espíritu de Sabina, pero con otro rostro, y sin su voz aguardentosa y cazallera, comenzó a entonar los primeros versos de “La canción de las noches perdidas”, un ambiente canalla y sentimental se apoderó de cada esquina del local, de cada corazón desprestigiado sin barra donde apoyarse, de cada whisky con arena lights del desierto que se bebía. Y así, como por ensalmo, las agrias paredes de los solitarios se hicieron cariñosas, cada cigarro se convirtió en la voz anónima del confesionario de nuestras necesidades.Cada cerveza era un pulso que le echábamos a los sinsabores de la noche, cada pareja que se besaba parecía flotar en el séptimo cielo de sus pecados… No los conozco ni noctámbula ni personalmente, si no recuerdo mal, sólo una vez compartimos escenario con el grupo de teatro donde yo actuaba… Fue un lujo para los sentidos, ojalá actúen pronto y hagan soñar de nuevo a toda esa gente ‘rara’ que prefiere escuchar esas letras con fondo y contenido de Sabina, antes que el típico y machacón estribillo que no dice nada, pero que suena y suena a diario. Por cierto, la niña de mis ojos, esquiva a mis latidos desde la primera cita, me la quise llevar a mi terreno escuchando canciones como ‘Así estoy yo sin ti’, ‘Contigo’… (Ya saben que a río revuelto ganancia de pescadores, aunque reconozco que a ese gremio nunca he pertenecido yo). Pero no pudo ser, quizá fue lo único descorazonador de la noche, no se puede pedir peras al olmo. Antonio Carreño (actor y escritor) Publicado en ‘La Voz de Almería’
http://www.myspace.com/malascompaniastributo
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