Cruïlla Hivern: Kruder & Dorfmeister en Apolo

Kruder & Dorfmeister siempre han preferido no seguir consejos ni hacer caso a las tentadoras ofertas, por eso, a parte de producir su propia música, también se han dedicado a distribuir a amigos suyos a través de su sello G-Stone. En definitiva, siempre han conservado su manera de hacer personal, en la que satisfacer las directrices del género era secundario.

A principios de los años 90 nació en Viena un sonido rompedor respecto a la música electrónica que se había estado cocinando hasta entonces en Europa. Un sonido influenciado por los arreglos elegíacos de las producciones de los años 60 y 70 de Afro-jazz o Pink Floyd. Un sonido que se fue acercando al drum&bass o al broken beat y que aspirava a ser global.

Treinta años después, sus creadores recorren el mundo celebrando el cumpleaños de su éxito en un espectáculo que, como su sonido y su trayectoria, será toda una oda a la audición, al sentimiento, al lenguaje universal y, como no, a la desobediencia.