Hindi Zahra en Apolo

Mestizaje con garbo, con talento, con desparpajo y conocimiento.

Es lo que practica la artista franco-marroquí Hindi Zahra desde hace más de una década, asumiendo que el soul, el folk, el blues del norte de África, la chanson y el jazz son elementos que vale la pena subsumir en un único credo expresivo, con naturalidad y sin postureos. Como un buen cuscús, dice ella.

“Beautiful Tango”, su canción estrella, lleva desde entonces más de 25 millones de reproducciones.

Por algo la ficharon en el legendario sello Blue Note y por alguna razón ha girado con los malienses Tamikrest.

De vigilante de una sala en el museo del Louvre a figura internacional de la música. Así fue el tránsito, porque el acceso de Hindi Zahra a las grandes ligas tuvo un nombre: "Handmade" (2010), un disco de debut que fue toda una revelación y que hacía honor a su título.

Grabado en tres semanas en el apartamento que tenía alquilado en París, obtuvo el premio Constantin y Victoire de la Musique de aquel año.

Fue el espaldarazo para una carrera desarrollada en inglés y en bereber, que también se bifurcó al mundo de la interpretación en varias películas, y cuenta con el EP "Until The Next Journey" (2011) o el álbum "Homeland" (2015) como estupendos argumentos.