Miguel Campello en Apolo

Entre la brisa mediterránea y esencia de romero, continúa este Chatarrero, reciclando la vida cotidiana. Con ella experimenta e improvisa, porque esa es la capacidad del arte, y en Miguel Campello, la creación es una necesidad.

Afincado en la campiña murciana, ha logrado encontrar un lugar para criar a sus hijos y dar rienda suelta a esa hiperactividad creativa, que ha logrado un mundo casi surrealista, donde reúne frases que entran en conversación para vestirse de canciones y por donde la vida pasa de momento por relojes que no marcan el tiempo. Un lugar creado para crear, con una senda que convierte a los objetos en letras y a las letras en tinta, y entre melodías continúa su evolución natural este pájaro que vuela libre. A contraluz sigue iluminando sus pasos esa silueta fácilmente identificable, la voz de ElBicho camina después de una década curtido en una banda que rompió todos los esquemas e introdujo la fusión de estilos enraizada en el flamenco y crecida con virtuosismo entre rock progresivo, rumba o ritmos afrolatinos. Un grupo sembrado en las calles de Madrid por un boca a boca que les llevaría a convertirse en la banda de oculto que continúan siendo. Tres discos de estudio, un directo y un recopilatorio, cientos de festivales de primera línea y la colaboración de artistas de talla internacional como Carles Benavent, Jorge Pardo o Tomasito, antes de darse un respiro como conjunto y que ha permitido, mientras tanto, emprender este nuevo camino que el de Matola (Elche) firma con Chatarrero y que continúa su recorrido en un segundo volumen.

Acostumbrado a las acrobacias, decidió caminar por el alambre y lanzarse con su primer disco al margen de ElBicho. Chatarrero ha sido un disco tremendamente cuidado por los productores y algunos músicos que le acompañaban en su anterior etapa. Una mirada introspectiva a todas esas letras que tenía guardadas entre cajones y homenajes que necesitaba derramar. Un reciclaje de notas y recuerdos a los que dar sentido, que le han mantenido recopilando emociones por toda la geografía española en versión íntima o dando una voltereta emocional y subiendo las revoluciones, pero siempre con la magia que este torrente de ideas es la personalidad de Miguel Campello. En este desarrollo en la libertad propia ha querido sumarse en colaboraciones con Chambao, Estopa, Ojos de Brujo, Mario Díaz, La Shica o África Fuentes y participar en proyectos solidarios como Flamencos por Gambo de la mano de Carmen Linares y Luis Pastor, Fábrica de Canciones idea con la que se pretende luchar de la exclusión social de personas sin hogar y a la que dio voz junto a artistas como Raimundo Amador, Clara Montes o Pedro Guerra. Con Alejandro Sanz, Javier Limón o Antonio Carmona grababa para Médicos Sin Fronteras Positive Generation con un tema inédito La tierra que ilumina.

Las manos de los productores Tino Di Geraldo y Guillermo Quero alumbran un trabajo cuyas letras recorren vidas que descarrilan y rincones oscuros pero que este Chatarrero2 abre grietas por donde se filtra la alegría y sentimientos por momentos luminosos que despiden frases sublimes entre una instrumentación magistral. Un disco que supera las expectativas y que nuevamente amplia los horizontes musicales de la mano del propio artista y su mujer, Elvira Mena, en una obra audiovisual que ir descubriendo en este nuevo trabajo.