The Montgolfier Brothers

Corría el 98 y nos llegaban algunas voces privilegiadas que nos susurraban acerca del talento de un inglés natural de Manchester llamado Roger Quigley. Nos hablaban acerca de un prodigioso talento capaz de mezclar en la misma botella los aromas de Durruti Column, The Smiths, Tindersticks, Joy Division y Dominique A, para una vez descorchada recordar a todos ellos pero acabar oliendo diferente y personal.

Antes de que ese año llegase a su fin, pudimos al fin deleitarnos con el debut largo de QUIGLEY, que llevó por título el significativo título "1969 till god knows when".

Antes de que el deleite hubiese finalizado, desde la buhardilla de Vespertine Records, allá en Manchester, nos avisaban de que QUIGLEY uniría su talento al de Marc Tranmer, el cual bajo el nombre de GNAC editaba singles en minúsculos sellos como Amberley, Earworm, Kooky o Liquefaction, La unión llevaría por nombre THE MONTGOLFIER BROTHERS, sin duda en referencia a los inventores del globo. Se trataba pues de poder flotar, de poder volar sin dirección a merced del viento, por los más bellos cielos que la tierra pudiera contemplar.

La primavera del 99–que digámoslo, no parece la estación preferida de los protagonistas de esta historia- vio llegar su descenso hacia nosotros con el título "Seventeen stars". 10 retratos de la vida cotidiana menos cotidiana.

"Seventeen stars" presenta la música de GNAC acompañada de las a veces palabras, a veces letras de QUIGLEY. No sólo eso, algunas composiciones instrumentales realizadas a medias dan aún más brillo y realzan la belleza de un álbum cuya música tiene como referencia a Michael Legrand, Vini Reilly, John Barry, Pascal Comelade o Baden Powell; y cuyas letras no andan lejos de las de Jake Thackray, Mark Kozelek, Bill Calaham o Jaques Brel.