Otto

Los tópicos son medias verdades que, igual que ayudan a explicar genéricamente algo, también ocultan los matices de la realidad. Con la música de Brasil, el país más poblado del cono sur, sucede esto. Batucada, samba, bossa nova... ¿Sólo? De acuerdo que esos son los sonidos populares y explotados del lugar, pero el espectro artístico brasileño es infinitamente más rico y excitante.

Tal es el caso de Otto, percusionista formado en París que, a su regreso a Recife, fundó las bandas Nacao Zumbi y Mondo Livre S.A. Con éstas, junto a otras como Chico Science o Fred Zero, protagonizó el movimiento denominado mangue beat, una mezcla novedosa de brazil, pop y rock que triunfó localmente en los noventa.

Sin embargo, la dinámica de un grupo no aplacaba la inquietud propia de nuestro hombre; al contrario, se sentía encorsetado. Así, en 1996, Otto inició su andadura en solitario, que le llevaría a fusionar todo aquello que ya conocía con nuevas tendencias que despertaron su interés, la mayor parte relacionadas con las duras calles de Sao Paulo: hip hop, drum’n’bass’, metal, techno... De la tripleta raíces-rock-electrónica surgiría el álbum ‘Samba Pra Burro’, mejor disco del 98 según la crítica brasileña.

Vigor rítmico, poesía minimalista, ambientes urbanos, bases regionales, pop electrónico, invención y riesgo. Así es el Brasil de Otto.