Con la muerte de Luca Prodan en diciembre de 1987 el grupo Sumo se quedo sin su líder natural por lo cual la separación resultó inevitable. Divididos es junto a Las Pelotas, uno de los herederos que decidieron seguir en la música pasados seis meses de inactividad.

La primera formación de Divididos surge cuando Ricardo Mollo (guitarra) y Diego Arnedo (bajo) convocan a Gustavo Callado (ex-Sobrecarga) a unirse en un proyecto que en principio titularon "La División". El debut se llevo a cabo en junio de 1988 en un pub de Flores (Argentina) casi sin repercusión. Tras un año y medio de presentarse en vivo. Divididos edita su primer álbum "40 Dibujos ahí en el Piso" (Sony 1989), el cual incluye temas propios, un tema de Doors y una adaptación de un poema de Thomas Elliot.

En 1990, Collado es reemplazado por Federico Gil Solá y Divididos gana mas potencia en la base. A finales de 1991 editan "Acariciando lo áspero", que acentuaba el perfil de funk-rock.

En 1993 publican "La Era de la Boludez", logrando mezclar el material en Estados Unidos. Casi todos los temas ya habían sido presentados como inéditos en los shows de Obras, razón por la cual la repercusión del lanzamiento fue inmediata. A tal punto que catapultó al segundo disco al segundo lugar en ventas y obligó a una reedición del mismo.

Ya para entonces sus versiones de canciones folklóricas se habían convertido en clásicos de la banda, como "El Arriero". Ese año (el '93) se confirmó como el mejor del grupo, al llenar un total de 13 estadios Obras, colocar "La era de la boludez" en el primer puesto de ventas y liderar las encuestas de los medios especializados. «Las encuestas no tienen mucho que ver con el sentimiento. Tienen que ver con lo que a un periodista le gusta», desmitificaba Mollo (Pelo, marzo del '93). Los shows duraban tres horas y tocaban alrededor de 30 temas: eran "la aplanadora del rock". «El problema es que todos miden tu éxito en números, y nadie habla de la música que provocó eso», se quejaba (Clarín, 21.04.95).

En septiembre de 1994 Divididos se presentó ante 20.000 personas en el estadio de Velez, cifra que se agiganta al remarcar que la discográfica les quitó una vez más el apoyo, ante la negativa del grupo a que tocara como telonero Carlos Vives.

En febrero de 1995 se presentaron en la explanada de ATC en un concierto gratuito que convocó a 40.000 personas. Durante todo ese año se dieron una serie de problemas internos que hasta llegaron a poner en duda la continuidad del grupo. Tras el alejamiento de Gil Solá se incorpora como batería Jorge Araujo, que provenía del grupo de fusión Monos con Navajas. Estas idas y vueltas condujeron al grupo a una notable crisis de convocatoria, que llevaron a suspender la serie de Obras que venían realizando desde 1985.

En setiembre viajaron a Nueva York para grabar y mezclar el cuarto LP, "Otro Le Travaladna" (leer el título de atrás para adelante para encontrarle sentido), que incluye títulos como el corte "Tomando mate en La Paz", "Volver ni a palos" y "Basta fuerte". Las críticas recibieron el material muy positivamente: «es un descontrol creativo y lo bien que hacen - escribe Gloria Guerrero-. De rocks casi hard al tango, después un rocanrol funkeado al mango (...) el trío suena como un martillo neumático capaz de perforar cualquier asfalto neuronal» (Revista Humor, 13/12/95).

Componentes

Ricardo Mollo - Guitarra
Diego Arnedo - Bajo
Jorge Araujo - Batería