Cinnamon

Cinnamon hará dichosos a los huérfanos de los Cardigans de ‘Carnival’, porque prosiguen la búsqueda del pop perfecto ahí donde la dejaran sus compatriotas. Si no han llegado poco les falta; su música ha sido elogiada ampliamente tanto por el Melody Maker como por Vogue o Details. El productor de Air, Katerine o The Divine Comedy e ideólogo de la plataforma Tricatel, Bertrand Burgalat, les ha dado su toque delicado, distinguido y, por qué no, francés. En su reciente lp, ‘Vertigo’, vientos, cuerdas (del reputado arreglista Louis Philippe), xilófonos, hammonds, un tímido trasfondo electrónico y chica al micro -Frida Diesen, también letrista, compositora, guitarrista y teclista- retrotraen a esos tiempos en que el mundo aún era un lugar maravilloso. Sin embargo, este despliegue de medios - empiezan a ser the next big thing en algunos países- no eclipsa el auténtico calado de unas canciones que, como las de su admirado Burt Bacharach, son preciosas se toquen como se toquen. Desde Suecia con amor.