Nel.lo y la Banda del Zoco son nuevos en esta plaza, y Derechito al infierno (Universal 98) su primera referencia discográfica, producida por el veterano Jaime Stinus. Sin embargo, sus componentes no son precisamente novatos. A saber: Dani Nel.lo (voz y guitarra) estuvo diez años (85-95) tocando el saxo en Los Rebeldes; Jorge Rebenaque puso sus teclados también en Los Rebeldes de 1987 a1997; y Enric “Nota” Parés y su batería han aparecido en discos y directos de Marc Parrot, La Fura del Baus, Fuego y Los Rebeldes.

Pertenecen, pues, a aquella generación barcelonesa de los ochenta que bien entrados los noventa fue adentrándose a fuerza de insistir en los mismos modelos. Pero a diferencia de otros, que o bien han arrojado la toalla o siguen en sus trece, Nel.lo, Reben

“Zoco es mercado, variedad, algo cálido...y está reflejado en el disco, porque es lo que nos ha salido-dicen sin ánimo de resultar tópicos-: No queríamos seguir haciendo lo mismo que antes, tan orientado a lo anglosajón, sino aportar las sonoridades que teníamos en la cabeza”.

En su caso, como en otros, se trata de una lógica evolución natural de acuerdo a una teoría del propio Nel.lo casi improvisada frente a la grabadora. “Cuando empiezas y eres muy joven, no te enteras por dónde te vienen las bofetadas. Luego te haces ultraintegrista para defender lo tuyo y te aferras a un estilo, pero con los años vas sacando las cosas más de corazón y si encima tienes las orejas abiertas, eso se nota en la música”.

La evidencia está en el álbum, un compendio de ritmos, melodías y ambientes diversos. "hay un bloque-explican- de rock latino, arrabalero, portuario, melancólico con melodías atemporales, como en Carta a Filippo. Otro es más en una onda de rock setentero, con canciones como La semila o La ciudad de las mentiras; y el tercero es más intimista y cabaretero aunque con unos contenidos más duros, como El renegado o El olor del silencio.”

En este bazar, que huele incluso a Nino Rotta en algún momento, se cuela también el eco de Santiago Auserón-Juan Perro. "Hay una semblanza tímbrica en ciertos registros de la voz -reconocen-, pero no es más que una anécdota. No nos importa , porque sólo nos preocupa hacer buenas canciones". Ese tipo de comparaciones, como la de Jarabe de Palo, con la que no están en absoluto de acuerdo, se debe según ellos a la "falta de referencias musicales que tiene la gente", una situaicón , me temo , difícil de solventar a corto plazo.