La mas completa agenda de conciertos y bares, asi como la biografia y discografia de los principales grupos que tocan en Barcelona.

 
 
Ver las otras entrevistas <-a WhiteStripes por Bertrand Laforette

No es ninguna ganga ser la sensación del momento

DESDE DETROIT LLEGA LA ULTIMA SENSACION DEL ROCK AMERICANO, UN DUO DE HERMANOS UNIFORMADOS DE BLANCO Y ROJO QUE TRIUNFA ENTRE LA DILETANCIA BRITANICA CON SU MINIMALISMO DE RAICES. AJENOS A LAS EXAGERACIONES QUE SOBRE ELLOS SE VIERTEN, INSISTEN EN QUE NO SON NINGUN MONTAJE.

En el NME del pasado diez de agosto, uno de los A&R que en nombre de ciertas discográficas americanas pujaban por fichar a The White Stripes, declaraba que podrían ser los nuevos Nirvana. Flaco favor le hacía el hombre a este dúo de Detroit, aunque su observación no estaba del todo desencaminada. Dinamizadores del rock contemporáneo, Jack White (25) y su hermana Meg (26) destilan el blues del Delta y el primigenio folk americano en adherentes melodías de rock rudimentario y, sin embargo, rico en matices. Nacidos en 1997, hasta la fecha han grabado una ristra de singles y tres álbumes. Los dos primeros -«The White Stripes» (1999) y «De Stijl» (2000)-, ambos editados por Sympathy For The Record Industry, uno primitivo y bluesy, el mejor, y otro más melódico, abrieron camino a su fichaje por V2, en EE.UU., y XL, el sello que lanzó a Prodigy, en Gran Bretaña. Su tercer album, «White Blood Cells» (2001) -también editado por Sympathy- ha sido la comidilla de todos los escribas británicos y, por extensión, de aquellos cuya relación con el rock es puramente casual, supeditada a lo que dictaminen las pautas de la ''modernidad''. Con todo, y aunque el nuevo álbum resulte inferior a los anteriores, no son ningún hype. Así nos lo cuenta Jack White tras uno de sus intensos conciertos.


«Cuando oía hablar de Jon Spencer no sabía qué decir. Alguien me puso algo de ellos y... nunca me ha gustado la comedia mezclada con la música. Hacer comedia con el rock'n'roll es tan fácil, pero que sepa que ese chiste no va a durar un millón de años» (Jack White)

¿Qué tal estáis llevando este repentino éxito en Gran Bretaña?
Bueno, lo mejor que podemos. No acabamos de entenderlo, nos parece increíble eso de ser portada de las revistas y que nuestros conciertos agoten localidades. Pero estamos tranquilos, hemos hecho las cosas a nuestra manera y no creo que se nos vaya a subir a la cabeza. Es nuestro tercer álbum y creo que nuestro caso es bien distinto al de los Strokes o Andrew WK (el último pelotazo del NME, N. del A.). Aunque me parece injusto, porque bandas como Gories o Dirtbombs hacían lo nuestro desde hace años, llevaban trabajando un montón de tiempo. No es justo que hayamos sido nosotros los que más éxito hemos tenido porque muchas veces ellos hicieron mejores cosas que nosotros.

Ya, pero eso siempre pasa. En cualquier caso, yo creo que tanta adulación puede resultar perjudicial, ¿no?
Alguien escribió una carta a una revista diciendo algo como ''dejar a los White Stripes en paz, dejar de intentar hacerles famosos, porque son mi banda favorita'', y la respuesta fue algo así como ''es nuestro trabajo apoyar las cosas que son buenas, es nuestro deber promocionar a buenas bandas para que más gente sepa que existen''. Eso es lo que parece que tienen en la cabeza, pero lo que pasa es que al cabo de dos meses algún otro es el nuevo salvador del rock'n'roll, y eso hace que lo que dicen no sea algo tan especial. Un mes fueron los Strokes, al cabo de dos los White Stripes y dentro de tres serán otros. Pero no podemos hacer nada al respecto. Cuando nos hicimos populares en nuestro país con el segundo álbum, hubo mucha gente que nos seguía desde el primero a los que no les gustó nuestro éxito. Eso tampoco está bien y fue muy duro para nosotros, porque seguimos siendo los mismos. Hay mucha gente a la que le va esa especie de estúpido secretismo, y si les gusta algo no quieren que salga de su pequeño círculo, que se popularice, y a veces algunas bandas se hacen populares porque son buenas, y no estoy hablando de nosotros. A la Velvet Underground les llevó mucho tiempo hasta que la gente se dio cuenta de su grandeza, casi se popularizaron cuando ya no existían. Ahora es fácil poner a la Velvet en tu coche, todo el mundo dirá que son muy guay, porque ya no existen, claro.

¿Hasta qué punto todo eso compromete el arte?
Creo que depende de cada uno. Nosotros tuvimos detrás unas cuantas compañías para ficharnos, pero nos decidimos por aquellas que nos ofrecían unas garantías en cuanto a nuestro absoluto control artístico. Al final no hemos fichado realmente por nadie. Hemos licenciado los discos para su distribución a XL y a V2 y no tienen ningún control o influencia sobre lo que hacemos.

Pero supongo que habrá sido tentador escuchar ciertas cifras...
Algunos pueden haber ofrecido más dinero, pero nunca habrían entendido realmente bien lo que hacemos nosotros. Una major americana nunca nos entendería, simplemente nos echarían tras el primer disco, así que no lo vimos realmente como una opción. No nos engañemos, nunca vamos a tener un hit en América ni vamos a entrar en el Top 40.

 

 

WhiteStripes
Jack White (25) y su hermana Meg (26), nuevo capítulo en la mejor tradición de la Motor City, de J.L. Hooker a Gories

Hablemos de vuestra música. Puede parecer sencillo por ser menos instrumentos, pero yo creo que conseguir que una canción suene realmente bien con una guitarra y una batería solamente tiene que ser bastante más difícil.
Sí, creo que es más complejo, pero eso es lo que siempre hemos intentado hacer. No me gusta que se trabaje para hacer las cosas más sencillas, como grabar por ordenador, afinar con cacharros raros... no me gusta que la gente use trastos para facilitar su trabajo. Para mí es mucho más interesante atravesar las dificultades. Aunque a veces en los conciertos tengo que hacer tantas cosas que ni los disfruto (risas).

Una forma de facilitar tu disfrute sería introduciendo algún miembro más en el grupo, ¿no?
Al empezar las cosas no sonaban muy allá, pero con el tiempo fuimos mejorando y vimos que era así como queríamos sonar. No creemos que haya que meter a alguien más en la banda y si lo hiciéramos me temo que perderíamos esa espontaneidad que nos caracteriza. No hay nada especial en mi forma de tocar o de cantar, y con más músicos quedaría enterrada.

La verdad es que parece que habéis logrado un estilo propio.
He intentado acercarme lo más posible a la música folk. Aunque hagamos algo cercano al rock o al punk, aunque toquemos alto y fuerte... para mí sigue siendo música folk. La verdadera muralla musical consiste en contar historias y una melodía. Eso viene de la música africana, o incluso del sur de nuestro país. Allí tenemos las mejores formas de música de todos los tiempos: soul, blues, gospel, jazz, rock'n'roll, rockabilly... todo eso es folk. Creo que eso es lo que realmente quieren los seres humanos: historias y melodía. Algunos piensan que lo interesante son los instrumentos electrónicos, las estructuras complejas, pero yo creo firmemente que lo que la gente busca es una melodía simple que puedan tararear y que venga acompañada de una historia en la que se puedan sentir identificados. Y no es la cosa más simple del mundo sentarse y escribir una canción como esas. Al menos para mí no lo es. Siempre hemos intentado ser lo más simples y básicos posibles, a la hora de tocar y a la hora de grabar. No nos molestamos en hacer innumerables tomas para que todo suene perfecto, no creo que tenga sentido. A la que vemos que las melodías y las voces están bien, pues ya está.

En cierto modo es como Jon Spencer revitalizando el blues...
No estoy seguro. Cuando oía hablar de Jon Spencer no sabía qué decir porque no tenía sus discos. Pero alguien me puso algo de ellos y... nunca me ha gustado la comedia mezclada con la música. Alguien riéndose con el blues... no es un chiste divertido. Hacer comedia con el rock'n'roll es tan fácil, es fácil en cualquier forma de arte. Hacer un chiste es lo fácil. Pero que sepa que ese chiste no va a durar durante un millón de años, como mucho un par de meses.

¿Crees que ha influido en vuestra música el hecho de ser de Detroit?
Es posible. A veces parece estar por todos lados rodeándote la sensación de que eres de Detroit y te has criado escuchando a los Gories y los Stooges. Es muy halagador formar parte la historia de Detroit, es de las mejores escena rock de América. No merecemos formar parte de ese grupo, lo que ellos hicieron fue tan seminal, tan perfecto... no creo que nadie pueda superar «Funhouse».

¿No crees que una de las claves de vuestro éxito reside en que la producción es algo menos tosca en esta ocasión?
Es complicado hablar de ello. Ha habido gente que ha dicho que este álbum es muy comercial, pero no ha sido algo premeditado. Simplemente hemos hecho lo que hemos intentado hacer siempre: sonar diferente, hacer algo distinto, no hacer siempre la misma canción una y otra vez. Me resulta difícil decir cuál es el atractivo de nuestra banda. Prefiero no pensar demasiado en ello, me suelo poner nervioso cuando lo hago (risas).

Pero ha habido una evolución obvia, tanto estilísticamente como a nivel compositivo.
Sí, es cierto. Aunque no estoy seguro de si se trata de una evolución. Simplemente me siento y hago una canción, no tengo una visión de futuro al respecto. Tenemos muchos temas de rock'n'roll para el nuevo álbum, pero no estoy seguro. Simplemente me pongo frente al piano o con la guitarra y hago canciones que luego trabajamos los dos y vemos qué se puede hacer con ellas para tocarlas en directo y convertirlas en nuestras.

¿Qué opináis del tema Napster? Tenéis pinta de que os resbala bastante, ¿me equivoco?
Es curioso, a veces viene gente tras nuestros conciertos y nos dice que se han bajado todo nuestro material de Napster. Aunque luego añaden: ''no te preocupes, voy a comprar el disco'' (risas). El otro día dimos un concierto y por primera vez vi a gente vendiendo camisetas piratas de White Stripes. No me importó nada, pensé ''¿y qué?''. La gente va a hacer esas cosas hagas lo que hagas, no puedes evitarlo, así que es mejor no preocuparse demasiado. Yo necesito tener la portada, el diseño, sobretodo si es en vinilo, no me bastaría con tener las canciones en mi ordenador. Es mejor tener un trozo de ese algo que te gusta, algo que poder tocar y ver.

¿Y ahora qué?
Pues nada, a seguir tocando y grabar otro disco. Ya tenemos canciones de sobra (risas).

Copyright RUTA 66, 2001 - Nº 179


Ver Ruta66