The Black Crowes y la recurrente comedia del rock'n'roll
TRAS LAS BATALLAS LEGALES CON SU ANTIGUA DISCOGRAFICA COLUMBIA
Y UNA REVITALIZANTE GIRA CON JIMMY PAGE, LOS DE ATLANTA VUELVEN
A PRIMERA LINEA CON NUEVO SELLO, ALBUM Y AMIGOS. V2 PUBLICA EL ROTUNDO
«LIONS» Y, PARA CELEBRARLO, LOS ROBINSON GIRAN POR EE.UU. CON OASIS.
El primer error fue organizar un evento -por rigurosa invitación-
con derecho a barra libre. En el Scala, el mismo teatro convertido
en club donde los Stooges fueron inmortalizados por Mick Rock, véanse
las fotos de «Raw Power». Los prolegómenos recordaban tiempos mejores:
tres gogos semidesnudas bailando en un inalcanzable altillo, cerveza
a raudales y licores fluyendo libremente, banda sonora a base de
MC5, Mott, Sonics y demás fieras. Sin embargo, cuando finalmente
caía el telón en el que había temblequeado el psiquedélico leoncio
de la portada, los Black Crowes se veían expuestos a un cuerpo a
cuerpo con el público del que sólo iban a salir bien parados con
mucha tenacidad. Pronto resonó la queja de un fan quisquilloso:
''¡No se oye la voz…!''. A lo que un ofendido Chris respondía: ''Estais
pribando gratis, y la voz se escucha bien. Me preocuparía si hubieras
pagado entrada, pero estás en nuestra fiesta…''.
Feo por ambas partes: protestar uno, rebotarse el otro. El segundo
error, ¡ay!, sería invitar a escena a Noel Gallagher. El solo de
dos notas y media que perpetró el cejijunto cerebrín de Oasis sonaba
a parvulario frente a la setentera fluidez del guitarrista de dorados
ricitos Rich Robinson. De haber invitado a la abuela de Jimmy Page
-o a la actriz Kate Hudson, esposa de Chris, protagonista de «Casi
Famosos»- todo hubiera ido mejor, pero… ¡aaarrrggghhh, un Gallagher!
El sentimiento de soterrada sorpresa se palpaba entre sus seguidores
más acérrimos, allí congregados previa captura de invita en concurso
radiofónico o similares, que veían el acto casi religioso del reencuentro
con ''su banda'' convertido en noticia publicable en Hello! Fue
como si, en los 70, los Stones hubiesen subido a escena a George
Harrison para que su guitarra gimiera gentilmente.
El tercer y último, en realidad el error de base, es no haber comprendido
que un álbum tan inspirado, abigarrado y genuino como «Lions» no
necesita de tales montajes. Emborrachar a quinientas personas y
darles cuerda hasta altas horas de la madrugada no necesariamente
ayuda a comprender mejor las cualidades del producto a la venta,
en todo caso emborrona el recuerdo de la promocional velada. Pero
ese es el precio del más trasnochado estilo de vida rocanrolero.
Los Black Crowes tocaron durante una hora los temas del álbum -sin
que faltaran el single «Lickin'», los potentes «Midnite from the
inside out» y «Cosmic friend», o el entusiasta gospel «Soul singing»-
y unas pocas canciones de antaño, con actitud y sonido acordes con
su reputación, es decir, anticuados pero no rancios. Descargaron
como poseidos y se fueron por donde habían venido… El día antes
me había tocado encararme con el gallito Chris Robinson. Apareció
con andares despistados, enfundado en pantalones acampanados y camiseta
diseñada a lejía, el cráneo tocado por una astrosa gorra de lana
con badges rastas, y unas Ray Ban de época. Lo que se dice hecho
un cromo. Enseguida se disparó en acérbicas diatribas -en un tono
jocosamente divertido que me recordó a Peter Sellers parodiando
a una tópica ''rock'n'roll star''-contra la industria discográfica,
Lenny Kravitz y Aerosmith, el consumismo, internet y su puta madre.
Sabroso material periodístico sin duda, como su música reflejo de
otras épocas en las que el artista, fuera de escena, tenía cosas
que decir. O las improvisaba…
Rich y Chris recuperan el tiempo perdido
en un álbum hecho con las entrañas
«Lions» suena a renacimiento, es un potente
reclamo para quienes os habían perdido la pista…
Nunca hemos parado. Nuestra música representa todo aquello que nos
pasa en cada momento. En el anterior álbum, «By Your Side», las
cinco primeras canciones las escribimos para la discográfica. No
totalmente, pues siguen siendo nuestras, pero en comparación con
el nuevo material no suenan tan profundas. Estoy harto de cómo funciona
el negocio musical y, con este disco, nos hemos planteado que, si
la respuesta del público es buena, seguiremos adelante, de lo contrario,
si la gente no quiere escuchar esta música, lo dejaremos. Los Black
Crowes han sido una gran experiencia, amamos hacer música y, de
hecho, nos entregamos a ella hace ya muchos años. Esta banda siempre
defendió la libertad creativa y la independencia de hacer musicalmente
lo que queramos. En este sentido, «Lions» resume esta última década
de trabajo y, si a la gente le gusta, también la posibilidad de
llegar en el futuro a lugares en los que no hemos estado. Vivimos
una transición que adquiere un sentido, pues el álbum trata precisamente
sobre la transición. Existe una conexión profundamente emocional
con el disco.
La producción de Don Was habrá ayudado
lo suyo…
No, la producción es sólo colorido y estilización, la verdadera
base del disco son las canciones. «By Your side» no suena mal, pero
no suena orgánico; tocábamos para otros, no para nosotros. «By Your
Side» trata de un soltero en Nueva York: clubs afterhours, cocaína
y mucho alcohol. El nuevo disco no tiene nada que ver con eso, trata
de enamorarse profundamente, de alguien que ha visto cómo cambiaba
su vida. Son cosas totalmente distintas.
¿Cómo ha evolucionado en esta década el
tándem compositor que formas con tu hermano Rich?
Seguimos más o menos igual. El toca algo que me excita, que me hace
sentir distintas emociones, esas que me motivan a cantar y escribir
letras. En ese aspecto no ha cambiado. Creo que simplemente hemos
ido mejorando, ahora hay más comunicación entre nosotros y eso hace
las cosas más fáciles. Todavía discutimos y tenemos opiniones diferentes,
pero en lo básico queremos lo mismo.
Un álbum inspirado, abigarrado y genuino:
Lions
Se aprecia una mayor variedad de sabores
en «Lions», ¿fue intencionado?
Esta vez hemos podido hacer lo que queríamos, pero tampoco es tan
distinto de otros discos. «Virtue and vice», la última canción del
anterior álbum, encajaría musicalmente en «Lions». No es un cambio
tan dramático. Simplemente ya no hacemos discos para Columbia, este
lo hemos hecho para nosotros. Nadie nos ha dicho que sonemos como
en «Shake Your Moneymaker», sino como queramos. La razón por la
que estaría dispuesto a dejarlo, y no cantar una nota más, es el
negocio musical y lo repugnante que es toda esa gente. ¡Son unos
mierdosos! No entienden que, si quisiera hacer dinero y ser famoso,
sería gángster o político, no músico.
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Siempre habeis luchado por esa independencia.
Lo que resulta extenuante.
Cuando esta banda muera y mis experiencias se agoten, no podrás
comprarlas. Nadie podrá comprar mis canciones. Las discográficas
lo compran todo, y si te niegas a venderte y les dices no, se deshacen
de ti. Siempre hay alguien dispuesto a hacer lo que tú no quieres
hacer. Puedes negarte a comer un plato de mierda, pero detrás tuyo
vendrá alguien que querrá comerse dos platos, y dirá ''gracias,
¿me he portado bien?''. Nosotros no somos así.
El retorno de Chris Robinson y sus Cuervos
Negros, la peor pesadilla de Lenny Kravitz y Bono U2: quince millones
de discos vendidos, miles de actuaciones, y diecisiete arrestos…!
El álbum en vivo con Jimmy Page parece
ahora un buen ejercicio preparatorio para este retorno.
Fue bueno hacer algo sin la presión de ser los Black Crowes. Habíamos
terminado la gira de «By Your Side», donde teloneamos a Lenny Kravitz
y Aerosmith. Nunca hubiera imaginado que acabaríamos haciendo esas
cosas. Créeme, cada mañana, cuando pensaba que ibamos a tocar antes
que Lenny Kravitz o Aerosmith, me preguntaba por qué lo hacíamos.
Me repateaba hacerlo. Al final llegué a la conclusión de que lo
hacía porque amo esta banda y esta música. No estaba dispuesto a
dejarlo en aquel momento, esa es la razón de que hayamos hecho «Lions».
Y la razón de que hayamos tenido la libertad para hacer un disco
que es exactamente la música que siempre he escuchado en mi mente.
Como he dicho, excepto las cinco primeras canciones de «By Your
Side», que nunca más tocaremos, estoy muy orgulloso de lo que hemos
hecho. «Lions» es el producto de diez, doce años de vivencias, aprendizaje
y crecimiento. Si eres capaz de trasladar estas experiencias a un
disco ya tienes un motivo para seguir adelante.
Seguís siendo ''chicos malos'' en una
época en que el rock parece totalmente domesticado y sólo algunos
artistas negros de rap transgreden lo políticamente correcto. ¿Os
sentís solos?
Todas esas bandas de mediados de los 90 son totalmente corporativas.
Las mismas caras, el mismo nombre, el mismo público. A nosotros
se nos sigue considerando ''chicos malos'' porque no nos vendemos.
Eso nos hace diferentes. No soy un gilipollas, yo también quiero
vender quince millones de discos. Cuando No Doubt vendieron quince
millones, la imbécil de la cantante sólo hablaba en las entrevistas
sobre su maquillaje y sobre por qué había roto con el bajista. No
tenía nada más que decir. Yo me metí en la música porque soy un
artista: esta es mi expresión. ¡No tengo tiempo para dramas de instituto!
Para mí la música siempre fue una manifestación personal. Si me
tomo la molestia de hacer una declaración sobre cómo son nuestras
vidas y qué pensamos de las cosas es porque creo que la vida es
hermosa. No me interesa para nada el entretenimiento. No quiero
que me entretengan, quiero una celebración, una experiencia.
El rock'n'roll acostumbraba a cambiar
vidas, cambió la mía, pero parece haber perdido ese poder.
Nuestra música no transformará el mundo, pero cambiará tus tardes
y hará que tu semana sea mejor. Cuando la gente compra una entrada
para un concierto de Black Crowes sabe lo que va a ver, y sabe que
vamos a intentar por todos los medios que aquella noche sea muy
especial. A eso me refiero cuando hablo de una celebración.
Desde vuestra actitud, ¿cómo veis al nuevo
gobierno de EE.UU. y al impresentable de Bush Jr.?
No creo en el sistema político de mi país, no creo que lo que vemos
en las noticias de la tele sea tal y como nos lo presentan, así
que voy a agachar la cabeza. Para serte honesto, no me gusta ver
las noticias, no quiero verme envuelto en las cosas que mantienen
a la gente distraida de las mierdas que suceden a su alrededor.
Se pierde demasiado tiempo en la política, y esa es una forma más
de controlarte. ¿Crees que internet te hará más listo? Te controla,
no te hace más listo, simplemente sabes cómo hacer funcionar una
máquina… ¡estás haciendo funcionar una jodida máquina! ¿Recuerdas
la era industrial? Ahora la clase media es una clase dirigida al
consumismo, ya nadie disfruta leyendo, nadie disfruta de la comida,
la música o la comunidad, sólo disfrutan yendo al centro comercial
para comprarse un suéter nuevo cada primavera. Eso es lo que ocurre
y yo intento evitarlo en mi vida. La política la dirigen los medios
de comunicación y, si me metiera en política, me sentiría horrorizado.
Llevo desde enero viviendo en Inglaterra, mi esposa está rodando
una película aquí, y he vivido la enfermedad de las vacas locas.
Se acabó, ya apenas quedan animales vivos, ¡pero ahora hablan de
cancelar los festivales de verano! Es todo propaganda.
Hablemos del Sur de Estados Unidos, ¿hasta
qué punto serían posibles los Black Crowes sin esa herencia?
Cualquiera que toque rock'n'roll utiliza una música que originalmente
procede del Sur, pero aparte del lugar geográfico donde crecí no
significa nada para mí. Nunca he pensado que nuestra música fuera
abiertamente sureña en su sonido, excepto por el hecho de que las
músicas que me gustan, como el R&B y el soul, proceden de allí.
Vuestro padre fue músico, ¿qué piensa
de lo que haceis?
Nuestros padres están orgullosos de lo que hacemos. Cuando mi padre
dejó la música profesional nosotros aún no habíamos nacido. Creo
que ahora vuelve a disfrutar de la música a través nuestro. Vuelve
a escuchar discos.
« Me pone enfermo Bono y cómo le besa el culo al sistema,
diciendo que Destiny's Child son un gran grupo. Si yo tuviera la
pasta que tienen U2 haría música que me interesara, no competiría
con Britney Spears. ¿Y eso es un artista?» (Chris Robinson)
¿Cómo crees que va a percibirse la gira con Oasis? ¿Qué dicen
vuestros seguidores de base?
Las entradas se están vendiendo más rápido que las de la gira con
Jimmy Page. En América todavía hay gente que quiere ver música de
verdad y creo que llegará un momento en que el gran público se cansará
de escuchar rap y metal mezclados, esos horribles cantantes. ¡Ya
está bien! La gente empieza a buscar otras cosas. Lo que nosotros
proponemos es una velada con dos grandes bandas de guitarras, con
grandes canciones, cuyos miembros son hermanos y se han metido en
muchos líos. En cuanto a nuestros fans, no les gusta que toquemos
con nadie. ¡Lo único que nos piden es que toquemos cuatro horas!
¿Os veis, dentro de veinte años, envejeciendo en escena como
Aerosmith?
Aerosmith no entran en mi definición de dignidad. No me interesa
seguir teniendo veinticuatro años toda la vida, soy feliz con la
edad que tengo. Mis ídolos, la gente que sí tiene una gran dignidad,
son Bob Dylan, Neil Young o Willie Nelson. Esos son mis héroes.
Siguen haciendo música interesante y real. No montamos una banda
para vernos limitados, el rock'n'roll mismo hace que podamos sonar
de cualquier modo que queramos. Nos gustaría tener la oportunidad
de hacer más música y de otros tipos. No creo que a Aerosmith les
interese otra cosa que Aerosmith y tener un público de adolescentes
que crean que son lo más. Si a un adolescente le gusta nuestra música,
muy bien, pero no voy a vestirme de cierto modo para impresionar
a una niña de dieciocho años. Tengo treinta y cuatro, y estoy felizmente
casado. Lo que las discográficas no entienden es que esos críos
no van a tener dieciocho años siempre. Me pone enfermo Bono y cómo
le besa el culo al sistema, apareciendo en entregas de premios y
diciendo que Destiny's Child son un gran grupo. Si yo tuviera la
pasta de Bono ni siquiera estaría en una discográfica; si tuviera
la pasta que tienen U2 haría música que me interesara, no competiría
con Boyszone y Britney Spears. ¿Y eso es un artista? ¡Que me digan
qué coño es! *
Copyright
RUTA 66, 2001 - Nº 173
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