Giras |  Bares  |   Conciertos  |  Discos |  Grupos  |  MP3  |   Noticias  |
a
Ver las otras entrevistas <---a ORLANDO por MANOLO D.ABAD

El círculo se cierra

FUERON USURA A PRINCIPIOS DE LOS 90, BANDA MADRILEÑA QUE SE ESFUMO JUSTO CUANDO EMPEZABAMOS A DESCUBRIRLA. AHORA REGRESAN CON TOMATERO NOMBRE Y UN ALBUM QUE MARCA SU PROPIO TERRITORIO DENTRO DE LA ESCENA ESTATAL. ESCUCHALO.

Mucho tiempo ha transcurrido desde la histó-rica y crucial gira Noise Pop 92, en la que nuestros interlo-cutores participaron como componentes de Usura, uno de los grupos con más personalidad y fundamentos del aluvión indie de principios de la década de los 90. El regreso de Alfonso Pozo (guitarras) y Ana Béjar (voz) al frente de Orlando, tras un periplo vital que les llevó por Londres y Barcelona, no decepciona. Sin ser vocacionalmente rompe-dor en su estilo, si posee una fuerza, convicción y riqueza de matices inusual en la actualidad en una escena que ellos mismos contribuyeron a generar. Como en una especie de ajuste de cuentas con el pasado, como una prueba irrefutable de hasta qué punto la propuesta de su generación poseía unas virtudes hoy sepul-tadas por un vano sentido de la moda, «Twilight Star» (RFTOS-Caroline, 2000), el álbum de presentación de Orlando, se alza como un compendio de alto valor emocional, que se sustenta en un solvente tejido de guitarras y alcanza su cumbre en los matices dibujados por la voz de Ana, con mucha más madurez que en su época de Usura. Orlando siembran su semilla entre punzantes guitarras que nos retrotraen al dolor de Come o la intensidad de los fogo-sos Afghan Whigs, pero delimitados por el uso del piano de Margarita L. Barbat como elemento diferenciador. Todo ello realza una personalidad que recorre esos caminos de espinas tan poco explorados y encuentra una voz propia y llena de fuerza en forma de canciones tan intensas, desgarradoras, plenas, como «All gone», «Lowlife», «Honey melts» o «Flame». Grabado durante el mes de marzo, con producción de otro histórico como Juanma Mas, «Twilight Star» fue el eje de la conversación que mantuvimos vía telefónica con Alfonso y Ana.

Desde que se publicó el álbum debut de Usura -«Hake Romana» (Elefant, 1993)- hasta ahora, no habíamos tenido noticias vuestras. Vivimos tres años, aproximadamente, en Londres y dos, más o menos, en Barcelona. Regresamos a Madrid sobre el 98. Musicalmente, salvo un par de años, práctica-mente no hemos dejado en ningún momento de hacer can-ciones, lo que pasa es que como no hemos tenido una banda digamos estable, tampoco hemos dado forma a ningún pro-yecto hasta que hemos vuelto a vivir en Madrid. Por eso ha transcurrido tantísimo tiempo desde que se editó el disco de Usura hasta esto.

Se perciben bastantes diferencias entre Orlando y Usura. Me imagino que, musicalmente, el hecho de haber vivido en Londres os enriqueció y mantuvo al margen de todas las modas que se dieron en la escena estatal. Creo que nos ha mantenido, sobre todo, alejados un poco de lo que había aquí, aunque seguíamos teniendo con-tacto con lo que se estaba haciendo a nivel independiente. Luego, enriqueci-do... bueno, pienso que sí, pero también creo que lo que hacemos lo haríamos igual si hubiéramos pasado por allí o no, porque tampoco nos influenció musical-mente los años que estuvimos allí. Posiblemente a otros niveles más perso-nales que como músicos.

Me ha llamado mucho la atención que el disco suena muy alejado de lo que plantean la mayoría de bandas aquí y, al tiempo, con una fuerza y personali-dad propia. Pues no lo sé, pienso que, básica-mente, hacemos un poco lo que quere-mos. Esa es la primera prerrogativa a la hora de hacer música... No sé muy bien a qué se debe realmente, hacemos un poco lo que nos apetece hacer y tenemos una serie de influencias como todo el mundo y nada más. No intentamos hacer algo diferente a lo que se está haciendo, símplemente hacemos música de la manera que creemos que tenemos que hacerla.

 


El trabajo de las guitarras me parece emparentado con Come y Afghan Whigs y, te repito, me da la impresión que esos matices de guitarras están muy poco explorados, sobre todo en el panorama estatal. Sí, la verdad es que nos lo están diciendo bastante gente. Tampoco somos fans tremendos ni de Come ni de Afghan Whigs... Sí son grupos que oímos, tampoco te voy a engañar, pero escuchamos un montón de cosas más.

Otro aspecto que me ha llamado la atención es el piano, que habéis trabajado de una forma poco habitual. Es un poco inusual si tomas como referencia lo que estamos hablando de España, pero no creo que descubra-mos nada nuevo. Tampoco queremos centrarnos en ser un grupo de guitarras nada más. Pretendemos crear un estilo muy amplio, incluso más amplio de lo

«Hacemos un poco lo que queremos. Esa es la primera prerrogativa a la hora de hacer música... Hacemos lo que nos apetece , tenemos influencias como todo el mundo y nada más» (Alfonso Pozo)

que hay en el disco. Para podernos mover de una manera en la que no tengamos un estilo cerrado, sino que podamos movernos de hacer can-ciones con un piano a hacer canciones con una acústica y una voz. Cosas muy diferentes entre sí y, a la vez, intentar tener la suficiente personali-dad como para seguir siendo nosotros.

Habéis recurrido para la producción a Juanma Mas, quien parece que tras una época, digamos dorada, esta-ba un poco al margen. Hemos recurrido a él por-que, en principio, era ir sobre seguro. Lo conocemos desde hace muchos años, él trabajó en el disco de Usura y, bueno, tenemos una relación personal muy buena.

¿Cómo ha cambiado la escena alternativa desde que estuvísteis en Usura a hoy? Ha cambiado radicalmente, porque nosotros lo deja-mos en plena ebullición. El panorama es totalmente distin-to, incluso el tipo de música, lo que se asocia a escena inde-pendiente ha cambiado mucho.

¿Os sentís un poco fuera de lugar? No nos lo planteamos. Sinceramente, tenemos una visión un poco egoista del asunto: hacemos la música que nos apetece y, si le gusta a la gente, estupendo. Sabemos que, evidentemente, no somos mayoritarios y no entramos en lo que se está vendiendo como escena independiente, pero tampoco es algo que nos agobie lo más mínimo.

Me ha dado la impresión que la voz de Ana ha mejorado muchísimo. Sí, sí, absolutamente de acuerdo. Además nos lo está diciendo todo el mundo. Pienso que es fundamental en la música que hacemos y ella ha ganado muchísimo en expresividad y en hacer mejores canciones. También el estilo es diferente y se presta más a que aprecies lo que hace en Orlando que lo que hacía en Usura.

¿El nombre de Orlando no saldrá de la marca de tomate frito? No, no, tampoco es una película ni un libro. Estábamos viendo un partido de baloncesto y salió un equipo que era los Orlando no sé qué... Magic, Orlando Magic.

¿Por qué están las letras en el disco? Una letra de una canción tiene que estar dentro de su contexto, que es la melodía y la música. De todas maneras, a raiz de que me lo piden tanto, en el siguiente disco las meteremos. Es más fácil, la gente las lee tranquilamente y saca sus conclusiones, les sugiere sus propias ideas.

Copyright RUTA 66, 2000 - Nº 166


Ver Ruta66




Atiza-2000