Los problemas de no follar y otras lacras del corazón
CON UNA MODESTIA Y TIMIDEZ QUE ENCAJAN EN SU IDIOSINCRASIA, ESTOS
CHICOS ENAMORADIZOS HAN DEJADO ATRAS SUS INFLUENCIAS INICIALES PARA GRABAR
UN CUARTO DISCO QUE SE ERIGE EN FRESCO, EMOCIONAL RETRATO DEL LONDRES
FIN DE SIGLO. ES DURO SER UN DON NADIE.
No anda muy sobrado el pop británico de talentos como el grupo liderado
por Darren Hayman. «Breaking God´s Heart» (1998) fue la primera muestra
en formato de álbum que nos puso sobre la pista de una formación que publicaba
single tras single -en el exquisito sello Too Pure, aquí Caroline-, como
una especie de anacronismo de un pasado brillante donde la canción no
había sido absorbida y fagocitada en virtud del sonido. Pero fue, sin
duda, el notable «The Fidelity Wars» (1999) el que descubrió sus peculiares
historias, donde el desamor planea en cada estrofa y también sus magníficos
himnos, y un directo que confirmó todas las expectativas una inolvidable
tarde de verano en Benicàssim. La recopilación de singles «Boxing Hefner»
(2000) acabó de dibujar el retrato de un grupo que bebe de fuentes tan
diversas como Violent Femmes y los Smiths, Beach Boys o Pavement, siempre
rebuscando un giro sorprendente que estalla sin paliativos en su más reciente
«We Love The City» (2000) y a un concierto en el Doctor Music repleto
de simpatía no reñida con la solidez y capacidad de improvisación que
hace de sus actuaciones en vivo una experiencia inusual y gratificante.
Os habéis hecho bastante populares en España,
¿a qué creéis que es debido?
Darren - La respuesta del público siempre ha sido muy buena aquí, recuerdo
especialmente el concierto que dimos en Benicàssim. La gente es muy receptiva,
a fin de cuentas España es el país de la guitarra…
Además, venís mucho por aquí…
D - Estuve el verano pasado de vacaciones. Me gusta mucho España, la forma
que teneis de divertiros, pero no podría quedarme mucho tiempo, la marcha
me mataría. John - Sí, aquí es fácil pasarlo bien cuando tocas. No hay
inhibiciones y todo funciona muy pasionalmente, a la que das un poco de
caña recibes una respuesta muy rápida.
Os he visto en concierto siempre en macrofestivales
y me sorprendió que tocárais como si estuviérais en una sala. ¿Cómo os
las arregláis para conseguirlo?
D - ¿Cómo en un local pequeño? Bueno, el público de los festivales suele
ir un poco más despistado y más borracho, la cuestión es tocar sin pensar
si estoy en un festival o estoy en tal sitio.
«La política forma parte de nuestra vida y el recuerdo
que tenemos de esa época es particularmente malo. La Tatcher nos sugiere
tantos sentimientos como los que podamos expresar en una canción de amor»
(Darren Hayman)
¿Que diferencia «We Love The City» de los otros
discos?
D - Costó 3.000 libras más que el anterior, y tardamos dos días más en
grabarlo. Existen diferencias en el tratamiento de algunas canciones,
en la forma de abordarlas… He dejado de utilizar referencias religiosas
porque era un poco estúpido. Hablar todo el tiempo de Dios me pareció
ingenuo. Y también he querido escribir canciones alegres, no totalmente
felices como las de Radiohead (?) pero sí un poco más edificantes que
el resto de los álbumes. Este es nuestro disco más animado.
Trata obviamente sobre la gran ciudad y sus
miles de historias…
Se refiere a Londres, sí, pero espero que eso no detenga a nadie de Barcelona,
Madrid o El Salvador para que le guste. He escrito pequeños cuentos sobre
Londres, pero creo que esas cosas también pasan en otros lados
¿Por qué no habéis incluido en este una canción
titulada el himno de algo, como en los anteriores?
D - Bueno, hay un himno a Londres.
Pero no titulado así…
D - Tranquilo que tenemos algunos himnos más preparados para próximos
trabajos (risas).
Jack Hayter, Anthony Harding, John Morrison y
Darren Hayman: poetas urbanos ''Eres mi novia, no Molly Ringwald, así
que por qué no te quedas esta noche''
Amelia Fletcher, ex Heavenly ahora en Marine
Research, canta en dos canciones.
D - Amelia es una buena amiga y somos muy fans de ella y de su grupo.
Para nosotros fue sencillamente fantástico contar con su colaboración.
«She can´t sleep no more» tiene unos arreglos
muy en la línea de una big band, pero integrados en vuestro estilo. ¿Tuvísteis
alguna dificultad para conseguir esta simbiosis?
D - No, porque fluyó de una manera natural cuando entramos en el estudio.
No somos nada estrictos, más bien en nosotros se impone lo flexible y
así es más fácil integrar sonidos que pueden parecer ajenos.
«The day that Thatcher dies» abre una nueva
vía en el repertorio de Hefner. Es una canción muy crítica y de contenido
político, algo que hasta ahora no habíais hecho.
D - Creo que la política forma parte de nuestra vida y el recuerdo que
tenemos de esa época es particularmente malo. En la historia de Gran Bretaña,
la Tatcher es una página oscura que nos sugiere tantos sentimientos como
los que podamos expresar en una canción de amor.
Os habéis definido como un grupo folk. ¿Por
qué folk y no pop?
D - Sí, verás, no somos pop como se supone que es Robbie Williams y otros
por el estilo. Podríamos decir que somos folk de la misma forma que podríamos
considerar a The Clash como tales. Tampoco podemos ser pop como Blur,
es un concepto demasiado vago, inexacto, incompleto, para definirnos.
En las portadas de vuestros discos utilizáis
mayormente dibujos, pero no fotos. ¿Cuál es la razón?
D - Hay fotos en la carpeta de «Boxing Hefner».
Ya, pero no se ve hasta que sacas el CD, se
diría que os escondéis…
D - ¿Tú las necesitas? No es que queramos ser misteriosos, tampoco somos
tan tímidos. Simplemente, los dibujos están muy bien, mejor que utilizar
fotos nuestras. No tenemos ningún afán de notoriedado.
Publicais discos con más asiduidad que muchos
grupos actuales.
D - Trabajamos duro. A mi me gusta trabajar. Cuando no lo hago me aburro,
y me vuelvo loco. No soy bueno haciendo vacaciones o descansando. Quizás
se deba a que, a las otras bandas, no les gusta trabajar tanto.
Siempre se os compara a Violent Femmes, ¿habeis
dejado atrás esa influencia?
D - Quizás nuestro primer disco suene un poco como Violent Femmes, pero
creo que eso se debe a que hemos escuchado los mismos discos que ellos,
no que les hayamos escuchado a ellos… Discos de folk, por ejemplo.
¿Qué opinas de Billy Bragg?
D - Es de Essex, como yo, seguramente la zona menos glamurosa de Inglaterra,
la gente no sabe qué hacer allí. Así que Billy Bragg y Hefner deben de
ser los artistas menos en la onda del mundo.
¿Elvis Costello?
D - ¿Lo dices por las gafas? A ti John te gustaba Elvis Costello, ¿eh?
John - Sí, más sus dos o tres primeros discos que lo último que ha hecho.
Pero eso no significa necesariamente que Hefner suenen como Elvis Costello...
D - De hecho, creo que es al contrario. Quizás sí a nivel musical punki,
pero no a nivel de letras. Es muy bueno escribiendo letras, muy agudo,
muy literario, pero sus letras son muy distintas a las nuestras. Yo intento
escribir tal y como la gente habla, o al menos como yo hablo. Costello
es más un escritor.
¿Otras influencias?
D - Rara vez he escrito una canción y he pensado que alguien había dicho
las cosas como yo. Estoy influenciado por mucha gente que me ha inspirado,
pero no hasta el punto de robarles. Me gustan The Clash, la última vez
que estuvimos de gira por España escuchamos mucho «London Calling» de
los Clash. También Pavement y Neil Young, pero no me empujan a escribir
una canción. Hay otra gente a la que me gustaría parecerme, pero no lo
has adivinado todavía… Vuestra página web (hefnet.com) funciona muy bien.
D - Parece que le gusta a mucha gente, pero no la hacemos nosotros solos,
tenemos ayuda. La página hace que la gente se sienta más cercana al grupo,
permite recibir un contacto más directo, algo de lo que quizás no se puede
encargar la discográfica. *