Santi Eizaguirre tiene un natural talento lírico y notables dotes como músico.

El guitarrista del extinto grupo Cheb Balowski, presentó anoche su último disco en solitario “El secret de les festes”. Así como a “Iagoalaiaga” le quedaba bien el acompañamiento intimista de piano y batería, a este último le sienta como anillo al dedo la banda completa de “els detectius salvatges” (excepto el batería, que acababa de ser padre y no pudo asistir al concierto).

La empatía con sus tres acompañantes se notaba en la perfecta pero dinámica ejecución del repertorio que desgranaba un Santi más suelto, más lírico y efectivo, y juntos dieron un recital niquelado, buenrollista sin caer en amateurismos más o menos simpáticos.

Sin duda, Eizaguirre es uno de los grandes cronistas contemporáneos, a quien vemos cada vez más seguro en su faceta de líder de “Els detectius salvatges”. Un artista de sensibilidad extraordinaria y grandes posibilidades, con un directo empático, aupado por músicos entregados y, sobretodo, comprometidos con el proyecto común.

No hay que perder de vista a este hombre, que ya demostró su talento como Iagoalaiaga, y que ahora con su propio nombre, Santi Eizaguirre, nos demuestra que todavía puede mejorar y promete, en breve, un tercer trabajo que esperamos con grandes expectativas.