Michael Schenker Group
Sala Razzmatazz 1
29/10/2017
Texto: Fernando Poveda
La ocasión se presentaba que ni pintada para los fans del rubio guitar-hero germano, el denominado Michael Schenker Fest se presentaba en la grande del Razz con los tres primeros y más emblemáticos vocalistas -cada uno con una personalidad diferente y marcada- que pusieron su garganta al servicio del Group desde su formación en 1980. Así que nada mejor para poder decir que se ha visto a las tres formaciones claves de la banda… ¡pero en una sola noche! Valor añadido el contar con la sección rítmica casi original: el entrañable Chris Glen a las cuatro cuerdas y Ted McKenna a los parches. De todos modos, un Schenker que pasa por un momento dulce tras algunas visitas más oscuras, se erigió lógicamente con su Gibson Flying V en el centro de todas las miradas.
Con la instrumental “Into the Arena” y los coros de los fans inició la velada, con sus movimientos característicos y constatando que su habilidad no se ha visto mermada. Calentamiento justo antes de que Gary Barden apareciera y repasara los inicios del Group, temas como “Cry for the Nations”, “Attack of the Mad Axeman” o “Armed and Ready”, presentes en aquel mítico directo en el Budokan, aunque Barden sea quien peor aguanta de los vocalistas. Con la voz mermada, como ya se sabía por anteriores visitas, y su look a lo guiri en Benidorm, puso de su parte para aguantar el tipo y salvó la actuación por tablas. Otra historia la de Graham Bonnet, quien con 69 años dio toda una lección con el micro, abordando temas de su único LP con el MSG: “Assault Attack” (en breve vuelve de gira, en solitario, en un show donde incluirá temas de su estancia en Alcatrazz). Con gafas de sol y en forma física impecable se hizo dueño del escenario al son de “Desert Song”, la misma “Assault Attack” o la más comercial y pegadiza “Dancer” con sus otros dos compañeros como coristas. Cabe decir que el buen rollo entre toda la banda estuvo siempre presente, colegueo y buen humor en el escenario.
Otra instrumental, “Captain Nemo”, anticipó la salida del irlandés Robin McAuley, quien con un peinado imposible co-lideró la banda con Schenker en la segunda mitad de los ochenta. Con un look más duro y desplegando su catálogo de posturitas que nos remitieron, claro está, a esa mencionada época, tiró de los temas en los que los LP’s del Group se adaptaron a la evolución musical de aquellos años. “No Time for Losers”, “Save yourself” o “Bad Boys”, representaron aquel proyecto menos acertado, y algo vilipendiado, respecto a lo grabado antes. Palpable fue la satisfacción de Schenker abordando, cronológicamente, toda la historia de la banda, sintiéndose cómodo con todos y cada uno de los vocalistas. Pero esto no fue todo, ya que un par de temas de los intocables UFO, pusieron la guinda. “Rock Bottom”, con el mismo interludio que en el directo “Strangers in the Night”, mostrando la finura y preciosismo de un guitarrista que marcó época, y “Doctor Doctor” para rematar, cerraron un set que se planeaba más largo, ya que al parecer la hora final fijada por la sala nos privó de un par de temas más de UFO, como así lo explicó él mismo. Aún así, más de hora y media de clásicos metálicos de la vieja escuela, no es nada desdeñable a estas alturas para una noche del incipiente otoño barcelonés.
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