Maika Makovski
Sala Apolo
5 de octubre de 2017
Jordi Torrent
En estos días convulsos, llenar la sala Apolo con gente sentada pacíficamente en sillas plegables para escuchara nueve músicos durante una hora y media, casi parece una experiencia de realidad desdoblada . Pero Maika Makovski, en el contexto del Festival Connexions, que auspicia el Taller de Músics, consiguió un lleno de personal entregado.
El invento de la mallorquina afincada en Barcelona consistió en solapar canciones propias con música de raices macedonias y flamenco, en su faceta más honda.
Para ello contó con el soporte de una banda de músicos del país balcánico, un violinista catalán, Aleix Puig, y dos cantaores relacionados con el Taller de Músics, Paula Domínguez y Jordi Fornells.
El resultado fué impecable, gracias a la profesionalidad de los músicos, a su entrega y al entusiasmo y encanto de la propia Maika, a quien se notaba realmente a gusto en la presentación del proyecto.
Ruda en lo artístico, encantadora, risueña, oscura e intensa, Maika Makovski consigue ensamblar, con el respeto debito, sus raíces de rock sombrío, la dureza festiva de las melodías macedonias, y lo más telúrico del cante flamenco.
Como resultado surge, por momentos, algo parecido a la verdad de la música, esta extraña forma de comunicación y poesia sin palabras. Este algo que nos redime y nos rescata.
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