Sanjays es ya uno de los grupos mas sólidos de la ciudad. Con tres álbumes a sus espaldas, continúan el vuelo vertiginoso que despegó por 2009, año de su primer trabajo, “Welcome To Lemur City”.

Desde entonces han cambiado de batería y dos veces de voz femenina, que parece que en cada álbum muta, sin cambiar para nada ni el sonido ni el carácter de la banda, una curiosa mezcla de Pixies con B'52, por poner algún ejemplo lo suficientemente gráfico, aunque en Sanjays quepa todo lo que sea vigoroso, guitarrero, con una especie de sensualidad de hierro tamizada por las infinitas posibilidades de previos y sintetizadores.

En el marco del Festival Connexions, Sanjays se presentó como parte de la escudería de la discográfica Bankrobber en el Almo2bar.

Pensábamos que no habría vida en Sanjays mas allá de Demmy Sober, su última cantante femenina, pero Núria Moliner cumple la función con creces. A pesar de su juventud, se mueve en el escenario con tan asombrosa veteranía como Oscar Martorell, impresionante mago de la guitarra y la voz, con y sin efectos, y Adrià Cortadellas, guitarra y también voces, formando el aglomerado de solistas marca de la casa, encajados perfectamente sobre la urdimbre sónica que confeccionan el teclista Pau Giralt, Natan Arbó al bajo, y Adrià Vergés a la batería.

Sin tregua, sin apenas pausas, los seis músicos de Sanjays ofrecieron casi una hora y media de música encadenada, un sonido duro de pop y rock con sintetizadores, y sin embargo guitarrero, potente, sin lugar a mermas en el tempo, a la que una Núria Moliner rubia prestaba el aire fresco y juguetón que caracteriza al combo.

Una hora y media de lo que todo directo debe comunicar para que la concurrencia disfrute: la impresión, sin lugar a dudas, de que los seis músicos, con el publico, se lo estaban pasando bomba.