Big OK
Apolo, Sala 2
10/10/2015
Jordi Torrent
En Big OK, Paul Fuster, cantautor catalán nacido en Minnesota, Edi Pou, batería de Za!, y Sara Fontan, violinista de Manos de Topo, juntaron sus innegables talentos para edificar sonoridades experimentales con espíritu grunge.
El resultado fue una hora de canciones catárticas, una comunión de los tres músicos con un publico admirado de que tan poca gente consiguiera un sonido tan denso y compacto como el que ofreció Big OK.
Este invento se presentó ayer en una abarrotada sala 2 del teatro Apolo frente a un publico heterogéneo que comulgaba con el sonido compacto de la guitarra de Fuster, la batería robustísima de Pou i el violín de la Fontan, denso, tamizado por las entrañas electrónicas de los pedales.
El evento tuvo lugar gracias a la iniciativa de Taller de Músics i la discográfica Bankrobber, que propician cada otoño el Festival Connexions, juego de conexiones-combinaciones de músicos y músicas híbridas que programan con puntería y una cierta cantidad de riesgo.
Un invento, el de Big OK, tan nuevo, que la banda no tuvo canciones para regalar al publico el preceptivo bis, con lo que el concierto se abrevió un tanto sin que nadie protestara, cosa que los tres músicos agradecieron en pie, ante el micro, en un final algo abrupto.
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