Una abarrotada Bikini recibió por primera vez en la Ciudad Condal a los californianos Rival Sons, quienes presentaron su reciente “Great Western Valkyrie” en una única fecha española que ha resultado totalmente insuficiente para unos fans dispuestos a presenciar una de las giras de la temporada. El tratarse de uno de los discos del 2014 y el grato recuerdo que dejaron sobre las tablas en aquel Azkena donde desde el escenario reservado a nuevas bandas se revelaron como de lo mejorcito del festival, bien habría merecido unas cuantas fechas más, la expectación desde luego era alta.

Así pues, algo apretado en el fondo de la sala, disfruté de una banda que ha dado un giro de tuerca con este nuevo LP, giro acertado en mi opinión. Dejando de lado una estética típicamente 70’s han mutado en algo que puede gustar más o menos: ese bigote daliniano del guitarrista, el corte de pelo y vestimenta estrafalaria del cantante; pero quizás camuflado en el paso adelante que musicalmente supone su nueva obra, me resulta algo positivo y les confiere personalidad y un toque distintivo. De todos modos empezaron con “ You Want to” y “Pressure and Time”, temas destacados de obras anteriores, para seguidamente sumergirse en los nuevos temas, y así enlazaron –como en disco- “Electric Man”, “Good Luck” y “Secret”, más la tranquila y soulera “Good Things”. El toque zeppeliano sigue presente, esa batería en “Secret” es 100% Bonham por poner un ejemplo, pero el bolo te engancha, los matices y arreglos aquí y allí te sumergen en unas composiciones interpretadas por una banda engrasada y sin fisuras.

Poco a poco, el amigo Jay Buchanan va tomando el mando y se convierte en el principal activo de la banda. A una voz en estado de gracia, lo cierto es que clava los temas y emociona (de lo mejor vocalmente en el rock con pelotas a día de hoy), hay que añadir sus movimientos espasmódicos y teatrales, pandereta en mano, un tío magnético con personalidad, típico frontman que aglutina miradas. Así se sucedieron la bailonga “Torture” donde nos puso a cantar intentando emular sus gorgoritos, o las nuevas y perfectas para su lucimiento “Rich and the Poor” y la majestuosa “Where I’ve Been” (piel de gallina). Paseándose por registros a lo Jeff Buckley en varios momentos, dejó a más de uno boquiabierto con unas interpretaciones especialmente sentidas, potenciadas en esos momentos en que la banda alargaba los temas, jammeando con un Scott Holliday a las seis cuerdas también inspirado. Momentos idóneos también para oír las charletas de cierta parte de los asistentes, y es que cuando bajan los decibelios aparece la mala educación de los que no parecen tener interés en el show, algo molesto y es que… para hablar con los colegas, ¿por qué no salirse fuera?

En los bises sonó el nuevo single “Open my Eyes”, para mí lo mejor en clave rockera de éste su cuarto LP, antes de seguir con un par de temas más introspectivos que personalmente creo no hubieran desentonado a primeros de los ’90 en la voz de Vedder o Buckley, como “Sacred Tongue” y “Jordan”. Con la gente gritando Rival Sons a pulmón, acabaron con “Keep on Swinging”, single que abría su anterior largo “Head down”, temazo que recibió la aprobación de la parroquia rockera, la cual acabó moviendo el bullarengue brazos en alto después de más de hora y media. Tan sólo me queda seguir disfrutando de los diversos registros y sensaciones de un señor álbum como “Great Western Valkyrie”, a la espera de que se pasen (¿por qué no?) por algún festi veraniego y con la curiosidad de cual será su siguiente paso… una de las bandas actuales a seguir en cuanto a ROCK se refiere.