Dos años han pasado desde la última visita de los californianos Yesterday & Today a la ciudad condal, aunque no a España. Y es que cada vez que pisan este país varían las localidades dónde van a tocar... el año pasado cayó Madrid y este año nos ha tocado a nosotros. Así, no hay peleas… ¡todos contentos! Son todo un clásico de la escena hard-rockera, nunca se olvidan de incluirnos en sus giras, llevan años sin publicar material y estamos en unos meses plagados de conciertos; pero eso no pareció importarle a los Y&T fan, ya que había un muy buen aforo en la sala, y todos y cada uno de ellos, preparados para desgañitarse.

Los primeros acordes de “From the Moon” (intro sacada de “Forever”) fue introduciendo uno a unos a los cuatro músicos que componen Y&T, arrancado el más sonoro de los aplausos con la salida de su líder, Dave Meniketti. “Open Fire” nos vislumbró, que como siempre habría un setlist plagado de clásicos, pero con alguna que otra sorpresa.

“Don’t wanna loose” y mi predilecta, “Dirty Girl”, demostraron que después de 35 años en este mundillo, sus dos miembros originales, Meniketti (más en forma que en su última visita) Y Phil Kennemore, con la energía de un chavalín de veinte años forman un tándem perfecto en el escenario; y si le añades a dos otros músicos fantásticos, John Nymann a la guitarra y Mike Vanderhule a la batería se obtiene como resultado una banda que nunca defrauda en directo y que consigue que todo el público coree. Además, como la experiencia es un grado, saben exactamente qué es lo que el público quiere, y por eso, año tras año, el setlist varía tan solo en unas pocas canciones.

“Lipstick and Leather” y “Rock n’ Roll gonna save the World” siguieron caldeando el ambiente para así prepararnos para el bombardeo de hits que nos esperaba. Una tras otra, fueron desfilando “Mean Streak”, “Black Tiger”, “Midnight in Tokyo”, la horterilla canción veraniega “Summertime Girls” y la cautivadora “I believe in you”. Meniketti cedió el protagonismo al frente del escenario a Nymann, observándolo desde un rincón de la sala, hasta que entraron las voces y cada uno volvió a su sitio. Nada tiene que envidiarle Meniketti a otros guitar heros y vocalistas con más renombre. En este tema en concreto, hace llorar a su guitarra hasta el punto de poner la piel de gallina; y si a esto le sumas su carismática voz y cientos de personas coreando el interminable estribillo (28 repeticiones frente a las 42 de estudio), obtienes un tema redondo, de los que se te quedan grabados como momento memorable.

Por si no había quedado lo suficientemente demostrada su técnica a la guitarra, la instrumental y blusera “I’ll cry for you” nos contagió del ese feeling. Después de estos dos temas lentos, llegó el protagonista de Phil Kennemore con “Squeeze”, para suerte o desgracia de los asistentes. Antes de empezar con este chirriante tema, nos llamó a todos “Mother Fuckers” y nos enseñó como contestarle gritando “Fuck you Phil”.

Con los mismos acordes con lo que empezó el concierto llegó el turno de “Forever” y un público del todo entregado y en comunión con la banda. Bastaba verles las caras para darse cuenta de que ellos también se lo estaban pasando en grande y que agradecían nuestra respuesta. Cuando parecía que todo se había acabado, volverion al escenario para deleitarnos con un último clásico, “Rescue Me”.

Se despidieron con una sonrisa de oreja a oreja, comentando que deberían de grabar un DVD en Barcelona porque somos el mejor público (están en lo cierto) y prometiendo volver. Por mi parte, un verdadero placer y a mi parecer un ejemplo a seguir por otras bandas, tanto por su calidad musical como por su senzillez.

Solo que decir: “In Rock we Trust”.