La gira del nuevo álbum de Whitesnake “Good to be bad” se ha convertido en la celebración de su 30º aniversario y en esta ocasión recaló en un sudoroso Razzmatazz hasta la bandera. “Best Years”, el tema que abre su nuevo trabajo fue el comienzo de un concierto anodino a pesar de que Coverdale estuvo a la altura de las circunstancias, pero el sofocante calor, un pésimo sonido y la abundancia de aburridísimos solos tanto de guitarra como de batería deslució lo que pudo ser una fantástica noche.

Aun así, un público entregadísimo a pesar del desconocimiento de los temas nuevos, vibró con las primeras notas de “Fool for your lovin´”. El mejor momento de la velada llegó con el recuerdo a Mel Galley al que le dedicaron “Love ain´t no stranger” y a continuación la parte más tediosa, esos interminables solos y unas nuevas canciones que en directo no acaban de funcionar bien.

Pero todo tiene arreglo y éste llegó con “Guilty of love”, “Give me all your love” y una vibrante “Here I go again” que darían paso a unos bises en los que el sonido mejoró y en el que nos ofrecieron un “Still of the night” y un “Burn” que sonaron a gloria después de lo acontecido.