Nueva visita del genio de Woking y su banda en Barcelona, esta vez presentando uno de sus discos más arriesgados, "22 Dreams" un trabajo complejo y ambicioso donde da cabida a un buen puñado de estilos como el Rock, Soul, Pop, Psicodelia o incluso el Blues, pero sin perder nunca su clase y elegancia.

La verdad es que no era ni mucho menos el mejor lugar para ver un concierto de estas características. Creo que es la sala menos roquera de la ciudad y el sonido que ofrece para ser una carpa bastante nueva deja mucho que desear. Aun así, Paul se mostró de lo más enérgico y motivado y abrió la primera parte del show con una descarga que ni una apisonadora. Salieron con una semidesconocida canción "Wild Blue Yonder" para continuar con "Paper Smile". La cosa siguió con dos cortes de su nuevo album "All I wanna Do" y "22 Dreams" que da título al disco. Del cuarteto que le acompañaba cabe destacar como siempre el genial Steve Cradock (de Ocean Colour Scene) que le sacó todo tipo de feedbacks y ruiditos a su guitarra como es costumbre en él. Los otros tres acompañantes (que desconozco) no estuvieron por debajo tampoco que digamos. Sonaron temas más antiguos como "Porcelain Gods" o "As is Now", para recalar en su anterior banda, Style Council, con su "Shout to the Top".

Empezó así una segunda parte del concierto (sin pausa claro) más experimental y psicodélica. Paul se sentó en el teclado un par de veces para tocar temas como "Invissible" o "111", y la banda empezó a cambiar de instrumentos (el bateria a la guitarra, el teclista a la percusión, el guitarra al hammond) y a codearse entre ellos una parte que parecia sacada de un caleidoscopio. Tocaron "One Bright Star" al ritmo de tango, "Night Lights" con un solo de batería no muy espectacular pero resultón o la antigua "Butterfly Collection" de la primera época con The Jam.

Después de la relajación, Paul se volvió a colgar la guitarra para deleitarnos con un par de temas más "Wild Wood" y "Come on" y ya en los bises rescató de su época con The Jam un par de hits que no fueron otros que "That´s Entertaiment" y la genial y coreada "Town Called Malice" que dio cierre al concierto. Paul Weller se ganó el respeto del público que llenaba la carpa una vez más pero con un repertorio algo más plano y cañero nos hubiese vuelto locos, porque actitud y ganas no le faltan a este superviviente de la época dorada Mod. Faltaron temazos de su brutal "Heavy Soul" o algunas de esas adaptaciones de su "Studio 150" sin mencionar ya algún trallazo de la talla de "In the City" pero el tiempo dirá y estoy seguro que un día u otro caerán.

Mods not dead!