Adam Green llegó a Barcelona para presentar su nuevo trabajo "Sixes and Sevens" acompañado de su "bando" y de una excelente telonera. El numeroso público presente en la Sala 2 del Razzmatazz asistió a un espectáculo fascinante y estrambótico a la vez.

La noche iba a empezar con una grata sorpresa para todos los asistentes cuando subió al escenario la joven cantante inglesa Laura Marling para presentar su primer disco "Alas, I cannot swim" (Virgin Records, 2008). Su actuación fue muy absorbente y la fuerza de su voz dejó a boca abierta los muchos (como yo) que habíamos escuchado rápidamente los temas de su pagina en Myspace. Precisamente uno de ellos, el single "Ghost", fue el que mas aprobación tuvo entre el publico que iba llenando a poco a poco la sala. Acompañada por un teclista/batería y un violinista, Laura demostró que se hablará de ella en los próximos tiempos y calentó el ambiente para la triunfal entrada del enfant terrible del anti-folk estadounidense.

Adam Green empezó a presentar los temas del nuevo disco. La novedad respeto a la aparición de hace dos años en el Summercase la representaban las dos coristas soul que acompañaban la banda. Por lo contrario el estado del cantante se parecía mucho al del anterior show: salió tocado al escenario, meneándose mucho, arropado con una setentera chaqueta azul de flecos blancos. Los cuatro primeros temas pertenecían a los dos últimos trabajos, con Hollywood Bowl a calentar el ambiente. Luego fue el momento de la balada anti-folk I Wanna Die del celebrado disco “Firends of Mine” y a seguir otra racha de canciones nuevas para llegar a Choke on a Coke y Gemstones, tema muy celebrado y extracto del omonimo trabajo. Adam Green se ganaba su público saltando en el medio de la gente y dirigiéndose en castellano entre un tema y otro con frases ridículas (“gato con pelo de pato”, “agua Fontvella y cerveza San Miguel”, “paella de conejo”, “payasos, todos payasos”) que sonaban divertidas, más por la actitud del cantante que por su significado.

Después de esta “primera parte”, Adam Green interpretó dos temas acompañado exclusivamente por su guitarra (Bluebirds y Tropical Island) para luego dejarse ayudar por su novia en la ejecución de Drowning Head First. En este momento afloró el Adam más sing-songwriter de los principios y el público lo agradeció con creces.

La banda volvió al escenario y la “segunda parte” nos regaló los pesos pesados de la discografía de Adam Green: sonaron Emily, Friends of Mine, Novotel y la mítica Dance with Me del primer disco “Garfield”. A pesar de su continua charla con el publico, que a larga molestó un poco, y de su actitud decadente, el cantante demostró su talento y su fuerza en la interpretación de esos temas, en todo momento apoyado por los músicos y los poderosos coros.

Cuando ya el concierto parecía a su punto final, después de Morning after Midnight, Adam Green reapareció en el escenario y reunió filas al grito de “Donde está mi bando?!?”: tocaron Carolina y concluyeron con Jessica, ambas muy coreadas y bailadas por el publico.

La esperada vuelta de Adam Green a Barcelona fue la demostración de la calidad del cantante, que ofreció momentos de autentico esplendor hacia el final del concierto, combinados, eso sí, con su gusto por el exceso y su intrínseco descontrol: de todas maneras una rara avis de la música actual que no deja indiferentes.