Barcelona fue la primera fecha española de la doble gira de presentación del nuevo álbum de los alemanes Grave Digger, “Liberty of Death” y de los suecos Therion con “Gothic Kabbalah”. Dos estilos muy diferentes que tuvieron al público totalmente dividido en dos partes ya que había seguidores de ambas bandas.

Sobre las ocho de la tarde se apagaron las luces de la sala y tras una intro a cargo del teclista Hans Peter Katzenburg sonaron las primeras notas del tema que da nombre a su último álbum. Chris Boltendahl pese a estar entradito en años demostró tener tablas sobre el escenario ya que fue el único que se atrevió a esbozar alguna palabra en español y a bromear con el público. Algunos de los temas más esperados y a la vez más coreados fueron “Excalibur”, “The round table (Forever)” y “Morgana Lefay” en los que ninguno de los componentes tuvo que hacer ningún sobreesfuerzo ya que los temas se vendían por sí solos. Tras una hora de concierto, se retiraron para volver minutos más tarde con los bises, “Rebellion” y como no su himno “Heavy Metal Breakdown”.

Después de la hora y cuarto de show que ofrecieron Grave Digger, se hizo una pausa para el cambio de escenografía que sirvió a más de uno para reponer fuerzas. El fondo se transformó en el interior de una catedral, aunque las vidrieras carecían de color, a ambos lados del escenario se colocaron unas rejas y como en cualquier festejo judío, candelabros de nueve brazos (los cuales encendieron para dar más ambiente), dándole así sentido al nombre de su recién estrenado álbum “Gothic Kabbalah”.

“Der Mitternachtslöwe” tuvo una doble función, dar a conocer uno de los temas del último cd y presentar a todos los integrantes de la banda, que no son pocos, ni más ni menos que ocho, cuatro músicos y cuatro vocalistas. Cada uno de los vocalistas, salía del enrejado y se acercaba al centro para cantar alguna estrofa. A la izquierda estaban las voces agudas, Mats Leven y Lori Lewis (sólo es una touring singer ya que en la grabación contaron con Hannah Holgersson) y a la derecha, las graves, Snowy Shaw (ex-Mercury Fate, ex-King Diamond, entre muchas otras bandas...) y Katarina Lilja.

Musicalmente sonaron perfectos aunque a mi parecer su punto fuerte fueron las voces. Snowy, vestido con un traje de verdugo, compuesto por una parte superior con capucha acabada en punta y la inferior en minifalda, cuando no coreaba o se acercaba al público, hacía flexiones o se subía a la viga. Katarina, compañera de reja de Snowy, mantuvo durante todo el show el semblante serio y la mano en la cintura. Por otra parte, Mats y Lori pasaron más desapercibidos por sus acciones pero más vitoreados por sus agudos, a destacar, las voces operísticas de la fémina, que se batió en duelo con Lilja en “Falling Stone”. “Wine of Aluqah” congregó a todas las voces en el centro dando paso a dos grandes temas “Son of the sun” y “Sons of the staves of time”. En “Tuna 1613” Leven y Shaw se unieron con dos timbales al sólo de batería de Petter Karlsson.

Después de una pausa, se acercaba el “Grand Finale” con un Snowy completamente descontrolado martillo en mano y con la capucha puesta al que se le unieron los demás con banderas negras que mantuvieron inmóviles hasta que en “Lemuria” Mats se atrevió con una guitarra acústica. Después de su habitual tema de despedida “To Mega Therion”, desaparecieron otra vez entre bambalinas, sorprendiendo a los asistentes con un último tema, un cover de Manowar “Thor (The Powerhead)”, muy fiel al original e increible por el juego de voces. Finalmente se apagaron las luces tras dos horas de concierto.