Julieta Venegas y su tripulación desembarcaron en la Plaça Major del Poble Espanyol de Barcelona dentro del festival de ritmos B-Estival, con su brillante “barco” llamado “Limón y Sal”, con tal frescura que convirtió a todo el público en olas del mar. Inició el abordaje al escenario apareciendo entre nieblas y con una versión electrónica de “Eres para mí” de fondo musical. Acto seguido sonaron “Canciones de amor” y “Algo está cambiando” de su anterior disco “Sí”. Julieta bailaba sobre el escenario como pez en el agua y junto con su acordeón la linda mexicana estaba pletórica.

A cada canción le precedían las explicaciones de sus mensajes, llenos de realidades y de lucha contra los complejos. Tres pantallas circulares decoraban el escenario donde la proyección de imágenes acompañaban a sus canciones, en el turno de “Limón y Sal” proyectaron su video-clip y los dos zorros que aparecen, cobraron vida y bailaron junto a Julieta sobre el escenario. Alegría importada del otro lado del océano.

Con un ambiente muy familiar, vimos muchos niños bailando con sus papás, continuó el concierto con canciones como: “No seré”, “Te voy a mostrar”, “Mala memoria”, “Lento”, “Andar conmigo”, “A tu lado”, pero antes de zarpar, hizo homenaje a sus compatriotas Los Tigres del Norte con “La jaula de hoy” y su vecino Andrés Calamaro con “Sin documentos”, claros cantos en contra de la desigualdad, la contradicción e incomprensión que existe entorno al tema de la emigración mundial, “ruina = rutina”

Que lástima, pero adiós, Julieta Venegas acabó con “Hay tanto que quiero contar”, tres vinilos en las pantallas y un viva a México, emplazando a todo el mundo el 15 de septiembre en el mismo lugar, para hacer una gritada popular en el día que México celebra su independencia. Pequeña gran Julieta, regresa cuando quieras.