La arriesgada propuesta de Apocalyptica de interpretar los éxitos de Metallica solamente con la ayuda de cuatro violonchelos fue una curiosidad que pasó de boca en boca y de ahí saltó a los más prestigiosos festivales veraniegos de toda Europa (Wacken, Bizarre, Sweden Rock…) a mediados de los noventa.

Más de diez años después, es un grupo establecido dentro de las bases del metal a pesar de su extraña instrumentación, ya desde hace algunos años acompañado por batería e interpretando temas propios y de otros héroes del rock.

Y de nuevo en España para abarrotar una sala Apolo con el cartel de entradas agotadas y con la reventa caldeadita. Un público variopinto que ya se calentó con los gótico-siniestros de Lacrimas Profundere, una banda que da más en disco que en su aburrido directo.

Los fineses presentaban “World Collide”, un álbum en el que aparecen invitados de la talla de Cristina Scabbia, “S.O.S. (anything but love)” o Corey Taylor, “I´m not Jesús” prestando sus voces, que obviamente no sonaron en su concierto barcelonés, ya que fue absolutamente instrumental, cantando el público como si de un karaoke se tratara, eso sí, sin subtítulos.

La puesta en escena fue impactante con un buen juego de luces, pero algo tediosa cuando sonaban los temas propios ya que todo el mundo quería escuchar algunos clásicos, algo que quedó claro ante la respuesta del público con las interpretaciones de “Refuse/Resist”, “Seek and destroy”, “Enter sandman” o una brillante “Heroes” de David Bowie.