“Una noche entre amigos” rezaba la promoción de este concierto y realmente así fue. Un bonito escenario adornado con un par de mesas con sendos ramos de rosas de esas que tanto gustan a Tyla, unas sillas y la ausencia de batería, hacían presagiar lo que ya de antemano se sabía; el concierto iba a ser acústico. Y allí estaba Tyla, con un aspecto inmejorable y con el pequeño escenario para él solo junto a un montón de latas de cerveza y una botella de vodka.

Sin más preámbulos y pidiendo que apagaran uno de los focos que le alumbraba su cara, sonaron los primeros acordes de “Last Bandit” y la euforia se desató. “Billy two rivers” fue acompañada por Tom Spencer, (actualmente con Dogs D´ Amour) a la slide guitar y allí estaría hasta el final del show. Sólo tres canciones y apareció Spike con una botella de vino y un glamouroso vaso de tubo. Atacaron con “Believe” de “Flagranty yours”, el álbum conjunto bajo el apelativo de Hot Knives, y así se sucedieron prácticamente todos los temas de dicho álbum. Un teclista y otro guitarra se sumaron a la fiesta, que subió la cota de excitación con “How come it never rains”.

Los dos cantantes se compenetran estupendamente; mientras Tyla aporta presencia y seguridad, Spike se deja su cascada y rota garganta en cada tema llevándolos hacia otra dimensión. El buen rollo en el escenario y con el público era continuado y fue muy divertido cuando todo el mundo pedía el tema de Quireboys “Sex party”, y Spike le comentaba a Tyla que a la gente le gustaba más su grupo. Pero fue “Seven o´clock” el elegido y coreado por el público de principio a fin.