Cuando un grupo de la calidad de SHT no consigue el reconocimiento que se merece, es que hay algo en el mundo de la música que no funciona. Incontables son los casos similares e injusto el que tengan que batallar en escenarios de salas mínimas. A pesar de todo, hubo una aceptable entrada en L´Hospitalet con un público excitadísimo ante lo que se les echó encima. No era la primera vez que visitaban nuestro país pero si la primera que lo hacían en nuestra ciudad.

Tras unos años de inactividad vuelven los miembros originales a excepción del batería y nos impresionan con una calidad y un nivel musical solo apto para paladares exquisitos. Las influencias son muchas y variadas, desde Living Colour y los mejores Red Hot Chili Peppers de Hilel Slovak, hasta Prince y Run DMC e incluso, (atención: palabras mayores), Marvin Gaye y Miles Davis, del que nos ofrecieron un impresionante “Blue in green”.

Dean Bowman, vox populi, como le gusta ser llamado, acojona con su forma de cantar tanto el más frenético funky como el más sosegado soul o rapeando y haciendo scratching con la voz junto al percusionista y showman Daniel Sadownick. Incluso se atrevió a hacer un solo de trompeta ¡sin trompeta! Fantástico e increíble. El bajista, Fima Ephron, con su pinta de repartidor de pizzas, también tuvo su momento con un espléndido solo, aunque no le hacía falta demostrar lo gran músico que es. Pero sin duda, el líder indiscutible, el artífice del sonido de estos neoyorquinos, es el guitarrista David “Fuze” Fiuczynski, con su arma de doble mástil sacando las más extrañas notas de sus dieciocho cuerdas y dejando a todo el mundo babeando.

En definitiva, un diez para esta banda; ya quisiéramos muchos, aunque fuera rozar, ese diez deseado por todos.