Grata sorpresa la que nos deparó la noche del miércoles en La Paloma, dónde un aforo medio lleno, espera la actuación de los granadinos Lori Meyers, que se acercan a Barcelona, a presentar su reeditado Hostal Pimodán, ahora con La Incubadora, subsello de Universal Music Spain (anteriormente con Houston Party Records).

El concierto empieza con el tema que da nombre al segundo LP de la banda “Hostal Pimodal” dónde dan la bienvenida a todo el que quiera entrar, la actuación repasa este disco, interpretando temas como “el gallo ventrílocuo”, “el mejor de sus trabajos” la esperada y single actual del disco “dilema”, “la caravana”, “sus nuevos zapatos”… el repaso a “Viaje de estudios” desliza por temas como “¿dónde están mis maletas?”, “de superhéroes”, etc…

Una hora de concierto, exacta, es el tiempo en el que los granadinos se meten al público barcelonés en el bolsillo, unas voces no demasiado pulidas, pero un sonido fantástico, y una buena conexión con este, es la singularidad del concierto. Los estribillos, las melodías en las guitarras, y el sonido del teclado, nos provocan no poder reprimirnos a la hora de compararlos con aquella banda guatequera liderada por Juan y Junior (los Brincos), además, no les importa nada esa etiqueta, ya que la versión que interpretan en los bises, no es otra sino que “la caza” del dúo mencionado.

Sorprende ver como en la “era” del Ipod, dónde todos metemos nuestras canciones, sin posibilidad de descubrir nada que no hayamos conocido antes, formaciones como Lori Meyers hacen un recorrido tan plural como el del pop setentero de los Brincos, el pop actual de los planetas en temas del primer disco, o el rock más americano, véase Flaming Lips, que ha influenciado a “Hostal Pimodan”.

Lori Meyers son plurales, son abiertos, se atreven con casi todo. Tendrá algo que ver la “rigidez” del Ipod.