Durante casi dos horas pudimos contemplar como el Río de la plata atravesaba la montaña de Montjuic, el bandoneón, el tango, y las proyecciones de una Argentina revitalizada, acompañaban a las pocas estrellas que se posan una noche de Julio en la ciudad condal, y que por supuesto estaban iluminadas por la noche parisina. Y es que no sólo de tango se alimenta Gotan Project, y ese es su secreto, la reinvención, el riesgo, y las ganas de hacer lo que uno hace, de una forma especial, fueron los ingredientes para que el público argentino-catalán se rindiese ante la guitarra de Eduardo Makaroff, la voz de Cristina Vilallonga, y el poder de persuasión de Christoph h. Müller.

Un Teatre Grec totalmente lleno, contemplaba la puesta en escena de los Franco-Argentinos, todos vestidos de blancos, inmaculados, sólo acompañados por el toque del color rojo que les daba la corbata, y pantallas blancas, eran la escenografia de la actuación. Imágenes del río de la Plata, de la Pampa, de Iguazú, de santos y santas, acompañaban las armonías de temas como "Santa María (del buen ayre)" "Queremos paz" "last tango en París" del primer y revolucionario LP "la revancha del tango" y del menos aplaudido pero también reconocido por el público "lunático", sonaron temas como "amor porteño", "lunático", "tango canción", "la vigüela", "arrabal" y "diferente", esta última sirvió para abrir y cerrar el concierto, esta última vez, sonó de forma especial y diferente, ya que el estribillo del hit de "Abba" money-money sirvió de base para fundamentar el tema.

Instrumentos virtuales proyectados en las pantallas del concierto y un hip-hopero, acompañaron al piano, el bandoneón, los dos dj's, las cuatro cuerdas (violines y contrabajo) la voz y la guitarra, total 10 músicos encima del escenario, más los que aparecían por las pantallas para acompañar temas que necesitaban de "refuerzos".

Después de una hora y cuarto de concierto, el público pedia más, de pie y aplaudiendo, la banda regaló dos temas más, pero no fueron suficiente, el público no estaba del todo satisfecho y volvió a reclamar al grupo en el escenario, fue entonces cuando decidieron que todos bailaran en el Grec, de pie, y al compás de "diferente" entremezclada con el hit de los Suecos.

Buenos Aires, París y Barcelona, un triangulo lleno de pasión, unido por el tango, la electrónica y el buen hacer.