Los jovencísimos Avatar tuvieron la dura tarea de preceder al grupo principal de la noche, los también suecos Evergrey. Presentando su primer disco “Thoughts of No Tomorrow”, supieron defenderse más que bien sobre el escenario, animando al público con sus canciones, sus solos y con las excentricidades del cantante.

Este grupo death-metal compuesto por cinco chicos, con edades comprendidas entre los 19 y 20 años, cuenta con cinco años de carrera a sus espaldas y varias giras como teloneros de otros grupos. El vocalista Johannes Eckerström hizo alarde de sus agudos y de sus tonos guturales frente con frente con algún que otro presente. Además gastó todas sus energías entre bailoteos, saltos y extravagancias como beber un líquido desconocido directamente de un bidón de gasolina. Otro de los momentos interesantes se dió cuando los dos guitarras y el bajo movían sus cabelleras al unísono al más puro estilo videoclip ochentero de Accept.

Evergrey, por su parte, presentaban su séptimo y último álbum, “Monday Morning Apocalypse” y estrenaban bajista, Fredrik Larsson (ex–Hammerfall entre otras bandas) substituyendo a Michael Håkansson, ya que decidió después de la grabación del disco emprender proyectos en solitario. Los primeros temas de la noche, “Solitude Within” y “End of your days”, rememoraban sus inicios, acto seguido, sonó una tanda de temas de su último álbum como “Obediance” o “In remembrance”, pese a ser menos complejos, siguen la línea del progressive-metal y la temática oscura y melancólica que relata suicidios, funerales y miedos.

La banda capitaneada por el vocalista y a su vez guitarra Tom S. Englund, hizo un repaso a los temas más significativos de sus diez años de trayectoria, pasando por temas más cañeros como “The Great Deceiver” o “Mark of the Triangle” y otros más melancólicos como “As I lie Here Bleeding”, “Obedience” o la balada “I’m Sorry” en los que reinaba una fuerte presencia de teclados y sonidos pre-grabados.

En los bises, los componentes del grupo, se deshicieron de toda la frialdad con la que habían empezado el show e incluso simpatizaron con el público. Tras un esperado “When the Walls go Down” y “Recreation Day” subieron a un chico al escenario, con el símbolo de la banda tatuado en el brazo (el que gritó “I love you Evergrey!!!”). Este desconocido, totalmente embargado por la emoción, les acompañó e incluso coreó el último tema “The Masteplan”.

Tras hora y media de show, un final pletórico para una noche con dos estilos diferentes, el progressive de Evergrey y el death de Avatar. Un setlist más que acertado en el caso de los primeros (aunque faltó “Nosferatu”) y en el caso de los segundos, gran fuerza sobre el escenario que puso a todo el mundo a tono para recibir al grupo principal.