Chavela Vargas celebró su 87 aniversario en un Palau de la Música repleto de gente que la ama y que la recibió de pie con fuertes aplausos de entusiasmo y respeto.

‘La Vargas’ como se la conoce en México, o ‘La Dama del Poncho Rojo, Pelo de Plata y Carne Morena’ como la describió Sabina, acompañada de dos guitarristas, abrió el concierto con ‘Macorina’, no faltaron ‘Luz de luna’, ‘Angelitos negros’, ‘Somos’, ‘El último trago’, ‘La Llorona’, y nos dejó, al cabo de más de una hora y media de concierto y en su segundo bis, con un ‘Volver, volver’. El público la despidió cantándole ‘cumpleaños feliz’ y la canción tradicional mexicana ‘Las Mañanitas’, agradecido por esos 87 años llenos de lucidez e ingenio.

Una vez más su voz personal y única, controvertida y pasional, sensual y desgarrada, cantó al amor y a los celos, exprimiendo su corazón y el público sintió de su mano gozo, tristeza y nostalgia. El canto es el instrumento de Chavela, que sin ser política ni militante, canta al amor, la paz y la justicia y transmite el mensaje con un grito de rabia y dolor pero también de esperanza, porque tal y como ‘La Vargas’ dice, el mundo puede ser mejor de lo que es pero para creer primero hay que sentir la necesidad de creer, y Chavela con su canto nos despierta un llanto dulce al darnos cuenta de que todavía somos capaces de sentir.

Isabel Vargas Lizano, nacida en Costa Rica en 1919, huyó a México cuando tenia 14 años donde ha vivido gran parte de su vida y donde es considerada la más grande, en edad y talento, intérprete de la canción mexicana.

Por muchos años cantó en la calle hasta que en sus treinta se hizo cantante profesional de la mano de José Alfredo Jiménez, cantante y compositor de sus mayores éxitos. En 1961 sacó su primer álbum y desde entonces ha grabado más de 80 discos.

La ‘Dama de los 45.000 litros de tequila’, según un cálculo hecho por su hermano, se retiró parcialmente a finales de los años 70 víctima del alcoholismo, pero regresó con toda su gloria en 1991 y con un hígado que piensa donar cuando se muera porque tal y como Chavela dice ‘me falla todo menos éste órgano’.

Chavela ha sido también una de las figuras más emblemáticas de la cultura mexicana con fuertes vínculos con artistas de la talla de Juan Rulfo, Frida Kahlo, Diego Rivera y Agustín Lara.