Pocos “frontmen” quedan como él. La sombra de Skid Row es alargada, pero el gran Sebastian la acapara en toda su totalidad, ya que es el auténtico héroe de aquella estupenda banda que nos hizo pasar tan buenos momentos a finales de los 80.

Con un poco de miedo me enfrentaba a esta gira, pues los músicos que le acompañan provienen de bandas muy metálicas, (Testament, Iced Earth, Death...) y a pesar de que sonaron realmente heavys lo único que importaba era ver a Seb Bach y claro está, no defraudó. Él solo llena el escenario con sus movimientos y su poderosa voz dejando a sus acompañantes en simple comparsa por muy virtuosos que sean con sus instrumentos. Tampoco es que la banda estuviera mal, pero ese doble bombo que retumbaba de vez en cuando... Y tuvimos lo que queríamos: “Monkey business”, “Riot Act”, “Piece of me”, “Slave to the grind”, “In a darkness room” y toda esa ristra de clásicos que de antemano sabíamos que sonarían.

Pero lo mejor estuvo en los bises. Además de sonar dos de sus temas más esperados, “I Remember You”, con bastantes mujeres a hombros de sus parejas animando el cotarro, y “Youth gone wild”, hubo tiempo para rendir un precioso y emotivo homenaje al tristemente desaparecido Dimebag Darrell, que fue asesinado unos días antes cuando actuaba con su banda, Damageplan, al que dedicaron el concierto y nos brindaron la oportunidad de disfrutar de uno de los grandes éxitos de Pantera, “Walk”. Desde aquí nos unimos a este pequeño homenaje al que probablemente haya sido el guitarra más influyente del metal de los 90.