Heineken Music Selector:
ELEANOR FRIEDBERGER
21:00h. Apertura puertas: 20:00h. ENTRADA: 16 euros. Anticipadas: 12 euros.
Eleanor Friedberger y su “Last Summer”, en el Heineken Music Selector
Nos visita esta semana, desde mañana jueves hasta el sábado, la Charlotte Gainsbourg de Illinois (¿o era la Feist de Illinois?), la gran Eleanor Friedberger, y lo hace con las canciones de ese trabajo, "Last Summer" (2011), que tanto ha gustado a propios (sus fans de antes) y extraños (los nuevos). Pongámonos en antecedentes: la muchacha es bien conocida por formar parte del dúo The Fiery Furnaces, uno de esos grupos de culto que han cruzado la última década siempre bien situados en el pelotón de cabeza de lo más "cool". Una aventura que lleva a medias con su hermano Matthew y que desde 2003 ha firmado ocho discos (los dos últimos en 2009, "I'm Going Away" y "Take Me Round Again"). Decíamos lo de si empre bien situados, y es que ya antes de su debut compartían cartel con bandas como Sleater-Kinney y Spoon (quienes, por cierto, estarán el 23 de junio en el Día de la Música de Matadero Madrid). Una costumbre que han sabido cultivar: por ejemplo, después del segundo álbum, allá por 2004, giraron con Franz Ferdinand y The Shins. Sí, se han sabido codear y estar en la cresta de la ola, pero no por trepas, sino por su muy seductora habilidad para fabricar mayúsculas canciones raras, repletas de tantas ideas e idas y venidas por tema como las de Deerhoof. Puzles sonoros de cruces imposibles, perros verdes husmeando en el pop experimental. En medio de esa locura, Eleanor ha sido la que ha ido echando el cable a tierra, amarrando la música a la realidad. Fin de los antecedentes. De manera que cuando en el vera no de 2011 apareció su debut en solitario, el antes citado "Last Summer", no sorprendió que su acercamiento a la melodía y las letras fuera más suave y personal, más cercano a las maneras íntimas de una cantautora tipo Feist (¿o era tipo Charlotte Gainsbourg?). Un trabajo con componente nostálgico y referencias a los 70 y los 80, y en el que por la puerta de atrás se han colado detalles extravagantes que nos recuerdan su pasado. Que sabe defenderlo muy bien en directo lo demuestra que en octubre fuera una de las triunfadoras de la última edición del neoyorquino CMJ, "el otro South By Southwest". Y acabamos con una frase de la crítica del disco aparecida en la revista británica 'Mojo': "'Last Summer' es como el 'Tapestry' de Carole King del neoyorquino barri o de Williamsburg de hoy". ¿Williamsburg? ¡Illinois!
ELEANOR FRIEDBERGER
21:00h. Apertura puertas: 20:00h. ENTRADA: 16 euros. Anticipadas: 12 euros.
Eleanor Friedberger y su “Last Summer”, en el Heineken Music Selector
Nos visita esta semana, desde mañana jueves hasta el sábado, la Charlotte Gainsbourg de Illinois (¿o era la Feist de Illinois?), la gran Eleanor Friedberger, y lo hace con las canciones de ese trabajo, "Last Summer" (2011), que tanto ha gustado a propios (sus fans de antes) y extraños (los nuevos). Pongámonos en antecedentes: la muchacha es bien conocida por formar parte del dúo The Fiery Furnaces, uno de esos grupos de culto que han cruzado la última década siempre bien situados en el pelotón de cabeza de lo más "cool". Una aventura que lleva a medias con su hermano Matthew y que desde 2003 ha firmado ocho discos (los dos últimos en 2009, "I'm Going Away" y "Take Me Round Again"). Decíamos lo de si empre bien situados, y es que ya antes de su debut compartían cartel con bandas como Sleater-Kinney y Spoon (quienes, por cierto, estarán el 23 de junio en el Día de la Música de Matadero Madrid). Una costumbre que han sabido cultivar: por ejemplo, después del segundo álbum, allá por 2004, giraron con Franz Ferdinand y The Shins. Sí, se han sabido codear y estar en la cresta de la ola, pero no por trepas, sino por su muy seductora habilidad para fabricar mayúsculas canciones raras, repletas de tantas ideas e idas y venidas por tema como las de Deerhoof. Puzles sonoros de cruces imposibles, perros verdes husmeando en el pop experimental. En medio de esa locura, Eleanor ha sido la que ha ido echando el cable a tierra, amarrando la música a la realidad. Fin de los antecedentes. De manera que cuando en el vera no de 2011 apareció su debut en solitario, el antes citado "Last Summer", no sorprendió que su acercamiento a la melodía y las letras fuera más suave y personal, más cercano a las maneras íntimas de una cantautora tipo Feist (¿o era tipo Charlotte Gainsbourg?). Un trabajo con componente nostálgico y referencias a los 70 y los 80, y en el que por la puerta de atrás se han colado detalles extravagantes que nos recuerdan su pasado. Que sabe defenderlo muy bien en directo lo demuestra que en octubre fuera una de las triunfadoras de la última edición del neoyorquino CMJ, "el otro South By Southwest". Y acabamos con una frase de la crítica del disco aparecida en la revista británica 'Mojo': "'Last Summer' es como el 'Tapestry' de Carole King del neoyorquino barri o de Williamsburg de hoy". ¿Williamsburg? ¡Illinois!
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