THE (INTERNATIONAL) NOISE CONSPIRACY
+ IT'S NOT NOT
21:00h. ENTRADA: 22 euros. Anticipadas: 18 euros.
Puntos de venta: Revolver, FNAC, Carrefour, Tipo, www.ticktackticket.com (902.15.00.25)
THE (I)NC
Adoptado por el mismísimo Rick Rubin y grabado en Sunset Sound, el mismo estudio donde The Doors dieron luz a la mayor parte de su catálogo, el cuarto largo de The (International) Noise Conspiracy (foto) es un misil activista que apunta directamente al corazón y la cabeza. Programado para explotar en uno de los momentos politicos más críticos de la historia postmoderna, The Cross Of My Calling es el sonido de una sociedad global cada vez más cerca del apocalipsis.
"A Rick le gusta el hecho de que seamos tan politicos", explica su cantante Dennis Lyxzén, "especialmente en estos tiempos. Los sellos siempre quieren que rebajes el tono político, pero Rick reconoce que eso es precisamente lo que nos hace destacar. También sabemos que la industria musical está en terrenos pantanosos por esto, por eso mola tanto que alguien como Rick crea en ti."
Cuando su anterior grupo – el seminal combo hardcore Refused – se separó, Lyxzén montó The (I)NC y desde entonces no ha hecho más que ser el azote del capitalismo con sus desaforadas críticas, poniendo banda sonora a nuestra caida en el terror, la hiperrealidad y la apatía. Con feroces temazos con genes de rock, jazz, art, punk y canción protesta, "Survival Sickness", "A New Morning", "Changing Weather" y "Armed Love" mezclan teoría revolucionaria y rock bailable en una solución híbrida tan inteligente como bailable.
El fino oído de Rubin ha conseguido sacar lo mejor de este último lote de canciones de The (I)NC, con colaboraciones de Lisa Kekaula (The Bellrays) y cierto sabor añejo con reminiscencias a los propios The Doors, los Stones del Exile On Main Street o Sammy Davis Jr. pero sin perder su característica agresividad y energía.
The Cross of My Calling es el trabajo más maduro que han hecho hasta la fecha, rebosante de afilados grooves y una mentalidad abierta que intenta una vez más sacar a la humanidad de la realidad virtual antes de que sea demasiado tarde. Su publicación puede que llegue en el momento justo.
"Es dificil predecir que traeran las próximas elecciones en USA" afirma Lyxzén. "Siempre hemos sido firmes creyentes de que el problema no son McCain ni Obama ni Bush sino el sistema. Veremos que ocurre. America está perdiendo su imperio, económica y políticamente. Se está agarrando desesperadamente a Irak, intentando demostrar su supremacía a punta de pistola. Aún así la elite dominante siente que el cambio está a la vuelta de la esquina. Europa y Asia siguen imparables su ascensión. Veremos qué ocurre."
IT'S NOT NOT
Un buen día cuatro amigotes deciden quedar para tocar un rato en el local. Y al poco tiempo se dan cuenta de que la cosa funciona, de que se sienten a gusto dando rienda suelta a su imaginación en común. Como se conocen de hace tiempo y la confianza da asco, tienden a tomarse a ellos mismos como chiflados armados de guitarras más que como artistas concienzudos, y esa falta de presión es la que convierte ese desvarío inicial en algo mucho más rico artísticamente de lo que ellos jamás habían pretendido. Moraleja: el arte no se busca sino que se encuentra. Y, de este modo, empiezan a salir las canciones, que rápidamente se convierten en un debut extraordinario: Giving everything!, o sea, "dándolo todo", grito de guerra que les hace encerrar cualquier complejo en un cajón y salir a los escenarios con la actitud que debe tener un grupo de sus características: la de pasarlo bien, liarla cuando se pueda y que nos quiten lo bailao. Giras por Europa y la edición de su debut en Alemania e Italia constatan que son un grupo mucho más serio de lo que ellos mismos pensaban, y de este modo, con muy buenos modales y elegancia, vuelven a reírse de si mismos titulando a su segundo disco No time for jokes, traducción libre de su segundo grito de guerra: "se acabó la broma". Lleno de buenas canciones y de un groove contagioso, It's not not ya no dejan lugar a dudas de su inmensa clase. Porque hay que ser muy bueno para no tener miedo a nada cuando se está sobre un escenario, y más bueno todavía para hacer unos temazos tan desacomplejados y libres como los suyos. El rock and roll no está hecho para los tímidos ni para los cobardes, y ellos te lo susurran al oído mientras te roban la cartera. Geniales.
+ IT'S NOT NOT
21:00h. ENTRADA: 22 euros. Anticipadas: 18 euros.
Puntos de venta: Revolver, FNAC, Carrefour, Tipo, www.ticktackticket.com (902.15.00.25)
THE (I)NC
Adoptado por el mismísimo Rick Rubin y grabado en Sunset Sound, el mismo estudio donde The Doors dieron luz a la mayor parte de su catálogo, el cuarto largo de The (International) Noise Conspiracy (foto) es un misil activista que apunta directamente al corazón y la cabeza. Programado para explotar en uno de los momentos politicos más críticos de la historia postmoderna, The Cross Of My Calling es el sonido de una sociedad global cada vez más cerca del apocalipsis.
"A Rick le gusta el hecho de que seamos tan politicos", explica su cantante Dennis Lyxzén, "especialmente en estos tiempos. Los sellos siempre quieren que rebajes el tono político, pero Rick reconoce que eso es precisamente lo que nos hace destacar. También sabemos que la industria musical está en terrenos pantanosos por esto, por eso mola tanto que alguien como Rick crea en ti."
Cuando su anterior grupo – el seminal combo hardcore Refused – se separó, Lyxzén montó The (I)NC y desde entonces no ha hecho más que ser el azote del capitalismo con sus desaforadas críticas, poniendo banda sonora a nuestra caida en el terror, la hiperrealidad y la apatía. Con feroces temazos con genes de rock, jazz, art, punk y canción protesta, "Survival Sickness", "A New Morning", "Changing Weather" y "Armed Love" mezclan teoría revolucionaria y rock bailable en una solución híbrida tan inteligente como bailable.
El fino oído de Rubin ha conseguido sacar lo mejor de este último lote de canciones de The (I)NC, con colaboraciones de Lisa Kekaula (The Bellrays) y cierto sabor añejo con reminiscencias a los propios The Doors, los Stones del Exile On Main Street o Sammy Davis Jr. pero sin perder su característica agresividad y energía.
The Cross of My Calling es el trabajo más maduro que han hecho hasta la fecha, rebosante de afilados grooves y una mentalidad abierta que intenta una vez más sacar a la humanidad de la realidad virtual antes de que sea demasiado tarde. Su publicación puede que llegue en el momento justo.
"Es dificil predecir que traeran las próximas elecciones en USA" afirma Lyxzén. "Siempre hemos sido firmes creyentes de que el problema no son McCain ni Obama ni Bush sino el sistema. Veremos que ocurre. America está perdiendo su imperio, económica y políticamente. Se está agarrando desesperadamente a Irak, intentando demostrar su supremacía a punta de pistola. Aún así la elite dominante siente que el cambio está a la vuelta de la esquina. Europa y Asia siguen imparables su ascensión. Veremos qué ocurre."
IT'S NOT NOT
Un buen día cuatro amigotes deciden quedar para tocar un rato en el local. Y al poco tiempo se dan cuenta de que la cosa funciona, de que se sienten a gusto dando rienda suelta a su imaginación en común. Como se conocen de hace tiempo y la confianza da asco, tienden a tomarse a ellos mismos como chiflados armados de guitarras más que como artistas concienzudos, y esa falta de presión es la que convierte ese desvarío inicial en algo mucho más rico artísticamente de lo que ellos jamás habían pretendido. Moraleja: el arte no se busca sino que se encuentra. Y, de este modo, empiezan a salir las canciones, que rápidamente se convierten en un debut extraordinario: Giving everything!, o sea, "dándolo todo", grito de guerra que les hace encerrar cualquier complejo en un cajón y salir a los escenarios con la actitud que debe tener un grupo de sus características: la de pasarlo bien, liarla cuando se pueda y que nos quiten lo bailao. Giras por Europa y la edición de su debut en Alemania e Italia constatan que son un grupo mucho más serio de lo que ellos mismos pensaban, y de este modo, con muy buenos modales y elegancia, vuelven a reírse de si mismos titulando a su segundo disco No time for jokes, traducción libre de su segundo grito de guerra: "se acabó la broma". Lleno de buenas canciones y de un groove contagioso, It's not not ya no dejan lugar a dudas de su inmensa clase. Porque hay que ser muy bueno para no tener miedo a nada cuando se está sobre un escenario, y más bueno todavía para hacer unos temazos tan desacomplejados y libres como los suyos. El rock and roll no está hecho para los tímidos ni para los cobardes, y ellos te lo susurran al oído mientras te roban la cartera. Geniales.
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