La institución jazzística del país dice adiós a los escenarios coincidiendo con los cincuenta años de su debut, entonces en formato quinteto, en la antigua Cova del Drac de la calle Tuset de Barcelona. La Locomotora Negra, con el siempre entusiasta Ricard Gili en la sala de máquinas, se despide tras firmar trabajos emblemáticos del jazz en Cataluña (por ejemplo, Hey, Mr Landlord!, grabado hace casi cuarenta años con el cantante y trombonista Gene Connors ), homenajear ídolos como Louis Armstrong y Duke Ellington, colaborar con figuras como Bill Coleman y Benny Waters y construir una elaborada cantata con textos de Salvador Espriu (He mirat aquesta terra). Un viaje de medio siglo en el que la big band dirigida por Ricard Gili, integrada desde el primer día por músicos amateurs (entre sus instrumentistas hay ingenieros, arquitectos, biólogos, publicistas, informáticos y abogados), ha encomendado de jazz clásico y genuino a unas cuantas generaciones de catalanes. El final de este trayecto trepidante a ritmo de swing se acerca. Próxima parada ... Sant Feliu de Guíxols!
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