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RINGO DEATHSTARR
+ PACOSAN (shoegaze)
22:00h. ENTRADA: 15 euros. Anticipadas: 12 euros.
Puntos de venta: sidecar.es
Trío texano de shoegaze, nacido en Beaumont pero pronto reubicado en la más musical localidad de Austin. Con cinco álbumes en su haber, el último de ellos “Pure Mood”, aparecido en noviembre de 2015, su primera referencia discográfica data de 2007, el año de su formación, cuando publicaron un EP homónimo. Desde entonces han sacado dos EPs más, cuatro singles (uno de ellos, un split compartido con The Depreciation Guild) y los citados cinco LPs. Con esa obra en la mochila -la posterior a 2010 en el sello Club AC30- se han erigido en nombre recurrente cuando se habla de lo más granado del shoegaze estadounidense, campo que no solo han revivido sino que también andan reinventando. Lo hacen con una mezcla de fragilidad y furia, entre guitarras caóticas y voces evocadoras, una dualidad que bien muestra su última entrega, una colección de doce canciones que se inicia con “Dream Again”, en la que su bajista GG Alex aporta delicadeza espectral, para acto seguido, con “Heavy Metal Suicide” y “Stare At The Sun”, adentrarse en los terrenos del zumbido catártico a lo My Bloody Valentine y Slowdive.
+ PACOSAN (shoegaze)
22:00h. ENTRADA: 15 euros. Anticipadas: 12 euros.
Puntos de venta: sidecar.es
Trío texano de shoegaze, nacido en Beaumont pero pronto reubicado en la más musical localidad de Austin. Con cinco álbumes en su haber, el último de ellos “Pure Mood”, aparecido en noviembre de 2015, su primera referencia discográfica data de 2007, el año de su formación, cuando publicaron un EP homónimo. Desde entonces han sacado dos EPs más, cuatro singles (uno de ellos, un split compartido con The Depreciation Guild) y los citados cinco LPs. Con esa obra en la mochila -la posterior a 2010 en el sello Club AC30- se han erigido en nombre recurrente cuando se habla de lo más granado del shoegaze estadounidense, campo que no solo han revivido sino que también andan reinventando. Lo hacen con una mezcla de fragilidad y furia, entre guitarras caóticas y voces evocadoras, una dualidad que bien muestra su última entrega, una colección de doce canciones que se inicia con “Dream Again”, en la que su bajista GG Alex aporta delicadeza espectral, para acto seguido, con “Heavy Metal Suicide” y “Stare At The Sun”, adentrarse en los terrenos del zumbido catártico a lo My Bloody Valentine y Slowdive.
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