Podía ser una noche cualquiera de un primaveral invierno en Barcelona, pero no lo era. Podía ser una noche de concierto más en el majestuoso Palau de la Música, pero no era así. La noche y el Palau de la Música se vestían de gala para recibir el segundo de los conciertos del “hasta pronto” de Joan Dausà, presentando “La gran festa final”.

En mayo de 2014, suyo fue el primer concierto que fui a cubrir. Él no se define como un cantante, yo ni mucho menos como un cronista. Un año largo después nos reencontramos. Él, después de la publicación hace 4 años de su primer álbum “Jo mai mai”, se ha convertido en un referente para un público heterogéneo, habiendo publicado un segundo “On seràs demà” y siendo el artífice de dos tiernas películas “Barcelona nit d’estiu” y la recién estrenada “Barcelona, nit d’hivern”. Este público heterogéneo llena por segunda noche consecutiva el Palau de la Música, en el marco del “Festival del Mil.leni“ que organiza el Banc de Sabadell.

Decido disfrutar del momento, como dice él; debemos disfrutar del momento, del presente, sin ponernos a pensar demasiado en el mañana, pues el futuro es caprichoso y no sabemos lo que nos depara. No tomo notas y unas horas después, pongo uno de sus Cd’s y entre notas de piano y acordes de guitarra, me pongo a explicar, más que lo vivido, lo sentido.

Pocos minutos pasan de las 9 de la noche cuando Joan y los suyos aparecen en el escenario. El púbico está deseoso de disfrutar de este último concierto, del esperado que sea un punto y aparte de esta bonita historia, de esas canciones en las que todos nos podemos sentir reflejados y que buscan abordar la tristeza con matices positivos.

De repente, su potente voz empieza a recitar “Tendresa” (Lluis Llach) y acto seguido, los acordes dejan paso a la canción “Quan soni la tendresa”. Todos tenemos nuestras preferencias y, sin lugar a dudas, ésta es una de las top cinco para un servidor. Y, desde aquí, un repaso a temas de sus dos álbumes y bandas sonoras; canciones que tratan la muerte, la pérdida de seres queridos, el amor y el desamor, los miedos de todos nosotros de una forma tan especial que nos hace pasar de la sonrisa al llanto en cuestión de minutos, a veces segundos. Recuerdo unas palabras de Dani de la Orden en una reciente entrevista en la radio donde decía que las canciones de Joan Dausà son como pequeños guiones cinematográficos que te permiten poner cara a los personajes, dibujar los espacios, los olores, los colores,…

Y fueron unas 2 horas y media de concierto y show, en el que Dausà estuvo acompañado de sus otros cuatro miembros de la banda, así como de un fabuloso cuarteto de cuerda, donde destacó la violonchelista y coro en su parte final, el pequeño Jan que con sólo 6 años interpretó “Teo va a l’escola”, Sara Pí con la que compartió dos canciones, las siempre especiales “1979” y “Si ens veiessis”, tan alegres y tan tristes a la vez.

Pero los conciertos de Joan no sólo son conciertos, se convierten en un show, donde busca la complicidad del público y su participación, y en este punto y aparte, no fue una excepción. Ofreció al público la posibilidad de subir al escenario y disponer de 20 segundos para decir alguna cosa que les cambiase sus vidas y a los asistentes. Agradecimientos a sus canciones, compañeras de buenos y malos momentos, para dejar paso a la petición de mano de Héctor a su novia; él situado en el escenario, ella en el segundo piso, al estilo Romeo y Julieta, que por suerte la petición fue aceptada.

Los momentos álgidos del concierto fueron para canciones como “Nit de reis”, “També sóc jo”, “Truca’m” ,“Que sigui avui” y sin duda, la esperada “Jo mai mai”, con el público en pie, totalmente entregado. Desde nuestra privilegiada ubicación en el Palau, era un placer ver a las 2000 personas que lo abarrotaban, cantar al unísono el citado himno, felices y ver a nuestro lado, a Joan y los suyos con los ojos vidriosos, emocionados ya que la aventura que empezaron hace 4 años, ha valido realmente la pena. Todo terminó con el “No vull anar a dormir”, tal como dice la letra de la canción “no vull anar a dormir, no vull que acabi aquí la nit,…”

Hasta pronto y gracias por estos 4 años de momentos inolvidables, de canciones que nos hacen sentir vivos y nos ayudan a intentar vivir el presente con la ilusión de disfrutarlo, sin pensar mucho en lo que el futuro nos tiene preparado.